Durante el Gobierno de Augusto se rompe definitivamente con la estructura republicana y se inicia el Imperio. El Alto Imperio
Romano coincide en
Cartagena con una expansión de las construcciones públicas y el dinamismo de la vida urbana, ya que el emperador se sirve de las grandes edificaciones para propagar el esplendor de su dinastía. A finales del siglo I, Cartagena asistió a un gran desarrollo arquitectónico y urbanístico.