Resulta fundamental para la
historia de la ciudad el traslado de las Atarazanas Reales desde
Barcelona al Arsenal de
Cartagena, un hecho que supuso un significativo despegue en el crecimiento demográfico de la ciudad debido a la gran cantidad de mano de obra que se requería para la construcción naval, mano de obra que se importó fundamentalmente de
Andalucía y La Mancha.