El
puerto de
Cartagena se convirtió en principal base
militar de la política mediterránea de la Monarquía Hispánica con respecto a sus posesiones en
Italia y de contención del poderío turco y berberisco. En 1509, su puerto sirvió de base de la que partieron las tropas del cardenal Cisneros para la conquista de Orán, y en 1516 para la toma de Argel.