Es decir que, las Gredas de
Bolnuevo son testigo de uno de los acontecimientos más importantes en la morfología actual del Mediterráneo: la formación del estrecho de Gibraltar, que permitió que el
mar Mediterráneo dejase de ser una
laguna salada de reducidas dimensiones para reinundarse de nuevo, ocupando espacios hasta entonces apartados del mar, fenómeno conocido como "trasgresión marina".