Ya en el siglo XX, el municipio se vio afectado por todos los procesos comunes a la zona: migraciones hacia Madrid y abandono de la agricultura. En la actualidad sigue manteniendo cierta importancia una ganadería reconvertida al vacuno de leche, que junto con la construcción y los empleos proporcionados por el Canlal de Isabel II, constituyen las principales fuentes de renta.