MIRAFLORES DE LA SIERRA

Habitantes: 5.934  Altitud: 1.150 m.  Gentilicio: Mirafloreños/as 
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Situación:

La localidad de Miraflores de la Sierra está situada a 49 kilómetros de Madrid, en un valle delimitado por los dos grandes bloques del Sistema Central. El primer nombre que tuvo la población fue Porquerizas, pero cuenta la tradición que fue su belleza natural la que atrajo a la reina Isabel de Borbón, esposa de Felipe IV, que se quedó prendada de la cantidad de flores del paraje y entusiasmada exclamó: “Mira, flores”.
Casi todo el término municipal se encuentra situado en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares; situado en una ladera, bajo La Najarra, monte de 2.105 m de altitud.
El clima continental hace que en la localidad su flora está poblada de árboles de hoja perenne, pequeña y coriácea, para soportar mejor las épocas de sequía que se producen en los veranos. Algún ejemplo de sus especies son las encinas, la coscoja, los pinos... así como un sinfín de plantas aromáticas. Además, también pueden encontrarse bosques de ribera, sauces, chopos, fresnos... En cuanto a su fauna, en Miraflores conviven animales de especies variadas, algunas de ellas son el arrendajo, el cuervo y el rabilargo, dentro de las aves, y la ardilla y el jabalí, dentro de los mamíferos.

Ayuntamiento:

Situado en la Plaza de España, el Ayuntamiento es un edificio porticado con ocho columnas y coronado con una torre estrecha donde su ubica un reloj.
Tel.: 91 844 30 17

Monumentos:

- La Iglesia de La Asunción de Nuestra Señora se encuentra en el casco antiguo del pueblo, orientada al Este, y es templo fruto de intervenciones realizas en muy distintas épocas. La primera Iglesia debió construirse entre 1419 y 1481. Gracias al ábside con los arbotantes que contienen los muros y la torre redonda puede imaginarse que el aspecto exterior de aquella iglesia debía tener cierto carácter de castillo o fortaleza. La entrada principal era una portada gótica que no se conserva.
En el interior se guarda una preciosa pila bautismal del año 1492, labrada por Juan de Cas y adornada con tracería gótica. Las tres austeras naves de la iglesia son ya del siglo XVIII.
La torre, de planta cuadrada, pertenece al primitivo edificio construido durante el siglo XV y es el único elemento que se conserva de éste. A lo largo de los siglos sufrió numerosas reformas hasta convertirse en lo que es ahora: una sucesión de elementos añadidos como la torre, el presbiterio y crucero, tres naves, dos pórticos orientados al Norte y Sur, respectivamente, y una serie de capillas adosadas a ambos lados de las naves laterales.

- Ermita de San Blas. La primera noticia que se tiene de esta ermita es del 13 de septiembre de 1641, día en el que se consagró. Cuenta la leyenda que existía un poblado en la zona llamado San Blas y que un día cayó en una olla una salamanquesa y el poblado entero murió envenenado. Nadie quiso vivir allí nunca más. Hoy día esta ermita cobra importancia el día 3 de febrero, festividad de San Blas, cuando los habitantes del pueblo se desplazan allí en romería.

- Ermita del Padre Rivero. Es uno de los edificios más emblemáticos de Miraflores. Entre sus paredes se guarda la imagen de San Blas. Es por ello que cobra especial importancia el día 3 de febrero al comenzar allí la romería en honor al santo, uno de los patronos del pueblo.

- Gruta de Ntra. Sra. de Begoña. Fue fundada en 1952 por Julián Reyzábal Delgado, ferviente devoto de Nuestra Señora de Begoña y también de Miraflores de la Sierra. El 22 de marzo de 2002, coincidiendo con el 50 aniversario de la creación de la Gruta, el Cardenal-Arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, dio al lugar la licencia para establecer el oratorio, reservándolo para la oración y celebración de la Santísima Eucaristía.

- Fuente de los Borricos. Es una fuente de 1800 que debe su nombre a que era utilizada como abrevadero por los burros que utilizaba la gente del pueblo cuando iban por leña al monte. Estéticamente, tiene un pilón con un caño y está adosada al muro de una finca. Tenía agua de manantial, pero actualmente está seca.

- Fuente del Acebo. Con el paso de los tiempos, esta fuente se ha convertido en un lugar histórico para Miraflores. Esto es debido a que está en un lugar que era parada de los cortejos reales que se dirigían al Monasterio cartujo de Santa María de El Paular, en Rascafría.

- Fuente del Pino. Fue construida en 1791 y lleva agua de manantial. Antiguamente, tuvo añadido un lavadero. Fue inmortalizada por el pintor y restaurador del Prado, antiguo alcalde de Miraflores, Gonzalo Perales, propietario de una de las pocas casas con sabor castellano que quedan en el pueblo. Antonio Merlo, médico durante muchos años en Miraflores, decía que sus aguas tenían ciertos poderes curativos.

- Fuente Nueva. Es la fuente emblemática de Miraflores de la Sierra, objeto de atención de pintores y fotógrafos. Estuvo precedida de una fuente vieja, posiblemente del siglo XV, que se sustituyó en 1791, fecha de construcción de la actual fuente. Se decía que, en el pasado, sus grandes pilones laterales servían como bebedero a las caballerías de las diligencias. Asimismo, también se dice que servía de lavadero público y tenía alrededor de dichos pilones un murete destinado a proteger la intimidad de las mozas que lavaban la ropa en ellos.

- Casa de Cultura. Edificio utilizado por el Ayuntamiento para organizar numerosas actividades culturales y deportivas. Asimismo, en la Casa se exhibe una exposición permanente de fotografías de la vida de Vicente Aleixandre.

Fiestas:

- Fiesta de la Rosca. Se celebra el 2 de febrero con competiciones deportivas y degustación de las tradicionales roscas de repostería. Éstas se entregan a todos los que quieran disfrutar de este evento y, como no, a los ganadores de las competiciones. Esta fiesta gozaba de gran tradición hace décadas pero, en la actualidad, se mantiene su espíritu.

- Fiesta de San Blas. Se inicia el 2 de febrero por la noche con una cencerrada que anuncia la fiesta del día siguiente. La mañana del día 3, se organiza una romería al campo con posterior misa, competiciones deportivas y una comida popular, donde las patatas con bacalao son protagonistas. Ya de vuelta en Miraflores, se sueltan vaquillas en la Plaza de Toros y en la Plaza del Rollo se ofrece una limonada y chocolatada.

- Carnaval. El Carnaval se celebra en Miraflores de la Sierra con dos eventos destacados: El desfile y el Concurso de Disfraces. El primero tiene lugar por las calles de la localidad, donde vecinos y visitantes disfrutan acompañados de una banda de música. El segundo es un concurso dividido en categoría infantil y adultos y en modalidad individual, parejas y grupos. Muchos de los participantes preparan con gran esmero sus vestimentas para el Carnaval, además hay premios para los disfraces ganadores.

- Fiesta de San Isidro. El culto a San Isidro está muy arraigado en Miraflores de la Sierra, si bien, en los últimos años, ha perdido el protagonismo que tenía hace décadas. Aun así, el 15 de mayo, se organizan una procesión donde, de modo simbólico, se lanza trigo por las calles, una subasta de productos para el Santo, una caldereta y una limonada. La jornada festiva termina con una verbena en la Plaza.

- Fiesta de San Juan. La noche del 23 de junio se celebra un encuentro popular en la Plaza de Toros de Miraflores de la Sierra. Dicho encuentro tiene su colofón con una gran hoguera donde se queman papeles con los deseos de cada persona. Previamente a este acontecimiento se organizan actuaciones musicales y otros eventos.

- Fiestas de la Virgen de la Asunción. Son las fiestas patronales de Miraflores de la Sierra, se celebran durante una semana y tienen su día grande el 15 de agosto. Son muchos los eventos que se organizan para honrar a la Virgen y entre ellos destacan novenas, procesiones y misas solemnes. También, en un aspecto más lúdico, se preparan encierros y corridas de toros, verbenas, actuaciones musicales, actividades infantiles, comidas populares, un mercado medieval y otros muchos acontecimientos para que disfruten tanto los habitantes de Miraflores como los muchos visitantes que se acercan hasta la localidad.

- Cabalgata de Reyes. La tarde del 5 de enero tiene lugar la Cabalgata de Reyes por las calles de Miraflores de la Sierra hasta llegar a la Plaza del Ayuntamiento. Es precisamente en este punto donde los Reyes Magos reciben a los niños y escuchan sus peticiones.

Durante la Navidad se celebraban festividades religiosas, reforzamiento de lazos familiares y la animación de los quintos en particular. Las dos primeras son fundamentales para celebrar las navidades en Miraflores, pero la última se ha perdido. Los jóvenes solían salir en Nochebuena a pedir el aguinaldo por las casas. Con el dinero recogido se pagaban el baile de los mozos. Estas fiestas se celebraban haciendo hogueras en la plaza del pueblo. Se perdieron también las actuaciones juveniles en la noche de Todos los Santos, fecha en la que repicaban las campanas sin parar durante toda la noche para recordar la importancia de esa noche, y se colocaban por las calles falsas calaveras huecas, iluminadas desde su interior con la luz de una vela.

La fiesta más importante que no resistió los efectos de la modernidad fue la de San Antonio, en la que las mujeres buscaban la intercesión del santo para buscar novio. Su capilla en la iglesia fue destruida durante la guerra civil, lo que probablemente contribuyó a que la fiesta desapareciera.

Otra fiesta recordada es la de la Purísisma Concepción, celebrada el día ocho de diciembre. La celebración de esta fiesta buscaba nuevas formas de religiosidad, centradas en el culto a la Virgen y a Cristo. Basadas en estas formas se crearon las Hijas de María, asociación de jóvenes Mirafloreñas que promovían el rosario y el culto a la Virgen. Celebraban este día con una procesión llevando un escapulario distintivo por las calles del pueblo.

Costumbres:

¿En este pueblo es dónde se desarrolla la serie "Un lugar en el mundo" (Antena3, Primavera 2003)? Si es en este pueblo donde se rodó.

Historia:

Inicialmente, Miraflores de la Sierra se llamó Porquerizas. Cuenta una bonita tradición que el cambio de nombre se debe a la Reina Isabel de Borbón, esposa de Felipe IV, cuando se dirigía al Paular para descansar. En mitad del viaje hizo un descanso al pie de la Najarra, en una meseta que se encuentra en la cima de la Raya y que aún hoy se conoce como la Parada del Rey. La reina se fijó en unas flores y exclamó: " ¡Mira, flores!". Al oírla, alguien de su comitiva propuso a su majestad cambiar el nombre de Porquerizas por aquella expresión. No sabemos si es cierta o no la anécdota, ni el motivo real de este cambio, ni siquiera se hace mención del supuesto documento en ninguno de los numerosos escritos que se conservan. Sería lógico que de haber existido una cédula real, o un acuerdo del concejo que hubiese provocado el cambio de nombre se hubiese reflejado en el informe del letrado que cada año, el duque del Infantado, enviaba de inspección a los pueblos de su señorío. Por otro lado, es muy probable que la reina quisiera tomar un descanso lejos de la corte. Y no tiene nada de extraño que anduviese por éstos lugares, ya que la Parada del Rey discurría por el camino real, que era paso frecuente para llegar al Paular y a tierras segovianas. Tampoco extraña que la reina se sorprendiese de ver flores en la montaña a finales de noviembre o principios de diciembre, cuando ya no debía quedar ninguna en los jardines de palacio.

No se sabe cuál fue la fecha exacta de su fundación, pero se cree que surgió durante el reinado de Alfonso X El Sabio. Aun así, su nacimiento fue anterior, pues la historia del pueblo de Miraflores como tal comienza con el periodo de la Reconquista de la Península Ibérica. Aún no se ha aclarado si la reconquista de Madrid fue antes, al mismo tiempo o después que la de Toledo; lo que parece cierto es que Madrid fue ocupada por tropas segovianas. Es por ello que muchos de los pueblos de la sierra madrileña fueron ocupados inicialmente por pastores segovianos. Pero Madrid respondió ante la invasión de sus tierras y durante los siglos posteriores a la Reconquista entró en una contienda con Segovia por ver quién se hacía con ellas.

Para evitar más conflictos, Alfonso X El Sabio decidió hacerse cargo personalmente de las tierras y aunó varios poblados existentes. La unión se llamó El Real de Manzanares. Pero los conflictos continuaron y en los años posteriores pasó de manos en manos. Finalmente, el Rey Juan I se las cedió a la familia de los Mendoza y, con los años, cayeron en manos de Íñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana, a principios de 1446.

En 1523, Carlos I dio a Porquerizas el rango de Villa. En el documento queda claro el principal motivo: la distancia de la villa de Manzanares, cabeza del Real, a la que había que acudir para resolver los asuntos.

En 1644 se denuncia a la Santa Inquisición y se detienen bajo sospecha a dos vecinas de Miraflores, María de Manzanares y Ana de Nieva, que ingresan en prisión el 18 de octubre. Se llama a declarar a 24 testigos, entre los que se encuentra la misma Ana de Nieva. Las acusaciones coinciden en señalar que ambas mujeres son brujas y mujeres maléficas, y que así se las conoce en el pueblo. Se las acusa de provocar enfermedades a quienes les niegan lo que piden y de causar la muerte de varios niños. A María de Manzanares se le acusa de haber sido vista desnuda en el bosque un par de veces, una de ellas recogiendo escuerzos y cucarachas que metía en una taleguilla. Ana de Nieva se acusa a sí misma de haber practicado la hechicería junto a su amiga María. Cuenta que una noche al dar las doce María invocó a los demonios, acudiendo a su llamada muchas brujas montadas en machos cabríos y un brujo. Tras bailar una danza diabólica se marcharon a beber tres tinajas de vino en una bodega. Otra noche las dos brujas se untaron con una pomada que María guardaba en dos tiestos. Tras decir María unas palabras se transportaron a aquella bodega donde estaban los demás, y bebieron y bailaron hasta las tres o las cuatro de la madrugada. Dice que repitieron su viaje nocturno varias veces, y que tras la orgía, algunas noches, montaban en sus machos cabríos y se llegaban a Peñarredonda donde seguían bailando al son de unos tamboriles.
En todas sus declaraciones María negó que fuese bruja. Confesó haber estado desnuda por el campo, la primera vez para librarse de las pulgas que había cogido mientras sacaba estiercol de una cuadra, y la segunda para enjugar el manteo en el río cuando estaba lavando la ropa. Dijo que no cogía nada ni era hechicera, pero que había practicado el curanderismo. Ana de Nieva se defendió de sus acusaciones cargando la responsabilidad sobre María. Ana de Nieva fue absuelta. La sentencia final contra María de Manzanares, del 15 de marzo de 1646, la condena al destierro de Miraflores, Toledo y Madrid a una distancia de cinco leguas en contorno durante tres años.

Ya en el siglo XVIII, se conocieron los primeros datos de población por el Catastro de la Ensenada de 1752. Los habitantes de Porquerizas eran entonces 286. La ocupación de estos habitantes era mayoritariamente la agricultura y los cultivos más típicos eran los olivos, hortalizas, cerezos, perales, melocotoneros, ciruelos, manzanos y guindos. También se dedicaban a la ganadería, a la cría del ganado vacuno, lanar, caballar y porcino. Asimismo, la caza y la pesca eran otros de los recursos para la vida de Porquerizas. La pesca se limitaba a los vecinos del pueblo, siempre y cuando se vendieran los peces en el mismo pueblo. Y el procedimiento de la caza era similar: la temporada de perdices comenzaba el día 1 de noviembre (Todos los Santos) y los cazadores tenían que sacar a la venta las aves públicamente ya que venderlas de forma oculta era un delito. También había un pequeño comercio y algunas personas que se dedicaban a oficios como el de tejedor, sastre, herrero y carpintero.

A finales del siglo XIX, se produjo en Miraflores un cambio importante: surgieron los primeros hoteles. Hacía ya tiempo que la bondad del clima venía despertando el interés de madrileños y otros visitantes y precisamente fueron éstos, los residentes de temporada, los que vieron el posible futuro de Miraflores como lugar turístico. Los hoteles comenzaron a multiplicarse hasta formar una colonia.

Después de esto, desde principios del siglo XX, se extendió por la localidad la costumbre de los alquileres de temporada, de las vacaciones a los hoteles... y, por ello, la población de temporada aumentó considerablemente. El problema de Miraflores era que no había ferrocarril que transportara a la población. Es por eso que pronto se potenció el transporte por carretera y algunas empresas ofrecieron sus servicios de autobús. El ferrocarril no llegó hasta finales de la Guerra Civil, pues fue durante la década de los 40 cuando se construyó una línea entre Madrid y Burgos que pasaba por la localidad de Miraflores. Aunque las obras se acabaron en 1953, no fue hasta 1969 cuando se inauguró la línea.

MIRAFLORES DE LA SIERRA: v. con ayunt. de la prov., aud. terr. y c. g. de Madrid (8 leg.), part. jud. de Colmenar Viejo (3), dióc. de Toledo (20): SIT. en la falda oriental de las serranías que dividen las 2 Castillas, la combaten con más frecuencia los vientos N., su CLIMA es frío, y sus enfermedades más comunes pulmonías; tiene sobre 500 CASAS distribuidas en varias calles y una plaza, hay casa de ayunt., cárcel, escuela de instrucción primaria común a ambos sexos, a la que concurren unos 100 niños que se hallan a cargo de un maestro dotado con 3,300 rs., 3 fuentes de buenas aguas, y una igl. parr. (Sta. María la Mayor), servida por un párroco cuyo curato es de primer ascenso y de provisión en concurso: en los afueras de la pobl. se encuentra un paseo titulado de las Cruces, con algunos olmos, y el cementerio en paraje que no ofende la salud pública. El TÉRM. confina N. Lozoya; E. Bustarviejo; S. Las Chozas, y O. Manzanares y el Paular o Rascafria; se extiende una leg. poco más o menos en todas direcciones, y comprende 3 montes denominados Peñalapala, Anajarra y Morcueras; solo está poblado un pequeño alto de la Anajarra llamado la Raya, es roble y lo carbonean; hay minas de plata, cobre, y otros metales, como también espato pesado, berilo ordinario y opaco, y bastantes huertas de frutales que con un campo dilatado y muchas fuentes, hacen este pueblo muy delicioso; un arroyo nace en el térm y corre de N. a E. El TERRENO es pedregoso y de mediana calidad, CAMINOS: los que dirigen a los pueblos limítrofes en regular estado; el CORREO se recibe de la cab. del part. por balijero los miércoles, viernes y domingos, y salen en los mismos días. PROD.: trigo, centeno, poca cebada, patatas, judías, vino, y frutas; mantiene ganado lanar, cabrío y vacuno; cría caza de perdices, conejos, liebres y algún corzo, IND. y COMERCIO la agrícola, 6 molinos harineros, carboneo y extracción de carbón, frutas y algo de lana fina, POBL.: 319 vec, 1,543 alm. CAP. PROD.: 9.798,367 rs. IMP.: 398,663. CONTR.: según el cálculo general y oficial de la prov.; 9’65 por 100.
* Diccionario geográfico - estadístico - histórico de España y sus posesiones de Ultramar, Pascual Madoz. Madrid, 1845.

Turismo:

Dicen que a la carretera que trepa por el puerto de La Morcuera le gustaba acudir a don Manuel Azaña para echar allí la tarde. No fue el primero que descubrió las bondades de Miraflores de la Sierra y su excepcional entorno natural. Tuvo el municipio veraneantes especialmente ilustres, como el poeta Vicente Aleixandre, Premio Nobel de Literatura, enamorado de la desparecida olma (ulmus minor) de Miraflores que, vencida por la grafiosis, murió a finales de los 80, y ahora es un triste monumento a sus 300 años de existencia. El poeta le dedicó al álamo una poesía que se puede leer al lado del tronco.
El pueblo es centro habitual de visitantes que vienen atraídos por el municipio en sí y por sus alrededores, que son reclamo para numerosos viajeros y montañeros que se adentran en los puertos de Canencia y La Morcuera, donde transitan numerosas rutas y senderos entre los que destaca, entre muchas más, el inicio de La Cuerda Larga.
Famosa por sus fuentes, Miraflores cuenta con excelentes zonas de recreo para disfrutar de todo su esplendor, como La Fuente del Cura, la Ermita de San Blas y la Dehesilla.
En lo que se refiere al centro podemos pasear por el mismo y descubrir algunos de los edificios y símbolos más representativos como la Plaza del Álamo, una de las zonas con mayor actividad comercial y gastronómica, desde ésta podemos dar un paseo hasta la Iglesia, pasando por el Ayuntamiento y por el bonito edificio de la Casa de la Cultura y recorrer allí las callejuelas del Casco Antiguo que, salvo alguna excepción, ha permanecido a salvo de agresiones inmobiliarias y se ofrece a paseo gustoso.