LOS CHINCHES DE BARAJAS
Estamos siempre pensando echar la culpa al que no es de tu pensamiento político, fatal respuesta, hoy viendo la televisión he sentido vergüenza ajena, No se mucho de leyes, ni tampoco de quien es el responsable de esa plaga en el Aeropuerto de Madrid. Solo sé que en las calles de esta ciudad los mendigos afloran cada día más, da lo mismo en el Centro de la capital, que los supermercados en el extrarradio, son lugares de mendigos casi siempre desheredados de esta vida, alguna vez he dialogado con algunos de ellos, que si es verdad su historia es de lamentar lo duro que es nacer en algunas familias, siempre como el calvario con su Cruz acuestas, Los chinches de Barajas puede ser que los hayan traído algún emigrante, que solo intentaba trabajar para poder vivir dignamente, cosa que parece imposible para muchos de ellos, Por lo que he oído muchos españoles cuando se fueron al extranjero llevaban lo justo y menos, pasando estrecheces y con algún piojo encima, ya que venían de andar con animales que los tenían sobre su pelo, Ahora parece que nos hemos olvidado de nuestro pasado, y que todos cuantos se fueron eran caballeros y señoritas con buen nivel de vida, que parece que se fueron de vacaciones al extranjero, Mentira y grande, hubo personas que lo pasaron fatal, que tuvieron que regresar con el fracaso encima, y sin dinero, pero les trataron de tener con higiene donde estuvieran. Siendo niño cuando venía de la escuela hacia mi casa, en las puertas de alguna vivienda, en la época del mes de mayo y junio, vimos echar agua hirviendo sobre pantallas y somieres de hierro, para evitar que los chinches hicieran su forma de vida en las camas sobre las personas, y nuestras madres trataban de que no se hicieran fuertes en sus rincones, ya que el agua hirviendo les aniquilaba, lo mismo con algún niño que tenia piojos, que les echaban vinagre, eran tiempos donde no existían insecticidas para esos y otros peligros constantes en la vida de los pueblos, donde los animales eran parte de la economía familiar. G X Cantalapiedra.
Estamos siempre pensando echar la culpa al que no es de tu pensamiento político, fatal respuesta, hoy viendo la televisión he sentido vergüenza ajena, No se mucho de leyes, ni tampoco de quien es el responsable de esa plaga en el Aeropuerto de Madrid. Solo sé que en las calles de esta ciudad los mendigos afloran cada día más, da lo mismo en el Centro de la capital, que los supermercados en el extrarradio, son lugares de mendigos casi siempre desheredados de esta vida, alguna vez he dialogado con algunos de ellos, que si es verdad su historia es de lamentar lo duro que es nacer en algunas familias, siempre como el calvario con su Cruz acuestas, Los chinches de Barajas puede ser que los hayan traído algún emigrante, que solo intentaba trabajar para poder vivir dignamente, cosa que parece imposible para muchos de ellos, Por lo que he oído muchos españoles cuando se fueron al extranjero llevaban lo justo y menos, pasando estrecheces y con algún piojo encima, ya que venían de andar con animales que los tenían sobre su pelo, Ahora parece que nos hemos olvidado de nuestro pasado, y que todos cuantos se fueron eran caballeros y señoritas con buen nivel de vida, que parece que se fueron de vacaciones al extranjero, Mentira y grande, hubo personas que lo pasaron fatal, que tuvieron que regresar con el fracaso encima, y sin dinero, pero les trataron de tener con higiene donde estuvieran. Siendo niño cuando venía de la escuela hacia mi casa, en las puertas de alguna vivienda, en la época del mes de mayo y junio, vimos echar agua hirviendo sobre pantallas y somieres de hierro, para evitar que los chinches hicieran su forma de vida en las camas sobre las personas, y nuestras madres trataban de que no se hicieran fuertes en sus rincones, ya que el agua hirviendo les aniquilaba, lo mismo con algún niño que tenia piojos, que les echaban vinagre, eran tiempos donde no existían insecticidas para esos y otros peligros constantes en la vida de los pueblos, donde los animales eran parte de la economía familiar. G X Cantalapiedra.