NO ERA FACIL SER CIUDADANO DEL MUNDO
Aquel joven que desde niño conoció diferentes lugares de la Península Ibérica, y Francia, desde muy niño siempre comentaba. “yo soy ciudadano del mundo, y tengo que recorrer mucha tierra para sentirme comprendido”. Todas previsiones que él tenía en sus sueños, se fueron descontrolando, Trabajo en diferentes lugares, tuvo posibilidad de recorrer casi toda Europa, sus estudios le dieron alas par conocer y disfrutar de lugares preciosos, pero al casarse con una española quedaron sus sueños perdidos, y dejó de ser ciudadano del mundo, de ver en programas de televisión que no todo el mundo era bueno, ni que en todas partes los derechos humanos fueran respetados, y al conocer la maldita guerra de Ucrania, empezó a pensar de distinta manera, al ver como un pueblo como el ruso, con muchos millones de personas, y armas terribles, invadía el suelo de un país que quería vivir en PAZ, dejando un rastro de muerte y represión, que le hicieron cambiar de ideas. El joven sentía unas ganas horribles de llamarle a Putin, dictador y asesino, al ver que cada día quería justificar dichas barbaridades, al dejar fosas comunes con personas civiles que no eran ningún peligro para nadie, y que su paso por este mundo era buscar trabajo bienestar y respetar al prójimo, sobre todo. El joven sentía ganas de gritar, de implorar a la Naturaleza contra las barrabasadas de gentes sin escrúpulo que su misión en esta vida es dejar muerte y llanto por donde quiera que pasen. Ser ciudadano del mundo, que bonita expresión si el mundo fuera un remanso de PAZ, si los hombres respetáramos, al contrario, y no existiera ese afán de dominar al humano, como se hizo hace algún tiempo con seres de otras razas, que algunas personas todavía se creen que son inferiores, falso, todos lo seres humanas si tuvieran las mismas facilidades y posibilidades, seriamos parecidos o quizá mucho más iguales. G X Cantalapiedra.
Aquel joven que desde niño conoció diferentes lugares de la Península Ibérica, y Francia, desde muy niño siempre comentaba. “yo soy ciudadano del mundo, y tengo que recorrer mucha tierra para sentirme comprendido”. Todas previsiones que él tenía en sus sueños, se fueron descontrolando, Trabajo en diferentes lugares, tuvo posibilidad de recorrer casi toda Europa, sus estudios le dieron alas par conocer y disfrutar de lugares preciosos, pero al casarse con una española quedaron sus sueños perdidos, y dejó de ser ciudadano del mundo, de ver en programas de televisión que no todo el mundo era bueno, ni que en todas partes los derechos humanos fueran respetados, y al conocer la maldita guerra de Ucrania, empezó a pensar de distinta manera, al ver como un pueblo como el ruso, con muchos millones de personas, y armas terribles, invadía el suelo de un país que quería vivir en PAZ, dejando un rastro de muerte y represión, que le hicieron cambiar de ideas. El joven sentía unas ganas horribles de llamarle a Putin, dictador y asesino, al ver que cada día quería justificar dichas barbaridades, al dejar fosas comunes con personas civiles que no eran ningún peligro para nadie, y que su paso por este mundo era buscar trabajo bienestar y respetar al prójimo, sobre todo. El joven sentía ganas de gritar, de implorar a la Naturaleza contra las barrabasadas de gentes sin escrúpulo que su misión en esta vida es dejar muerte y llanto por donde quiera que pasen. Ser ciudadano del mundo, que bonita expresión si el mundo fuera un remanso de PAZ, si los hombres respetáramos, al contrario, y no existiera ese afán de dominar al humano, como se hizo hace algún tiempo con seres de otras razas, que algunas personas todavía se creen que son inferiores, falso, todos lo seres humanas si tuvieran las mismas facilidades y posibilidades, seriamos parecidos o quizá mucho más iguales. G X Cantalapiedra.