Establecimientos de toda una vida - DLV, MADRID

Está en la plaza de puerta cerrada, merece la pena visitarle, no sólo por las tapas, si no también porque los camareros andan ataviados a la antigua usanza con blusones, por su barra de madera, por el baile de los vasos, porque se mantiene tal cual desde hace mucho tiempo.
(25 de Octubre de 2010)