Confluencia de la calle Serrano con la calle Alcalá, está presidida por la Puerta de Alcalá, uno de los símbolos más identificables de Madrid.
Diseñada por Sabatini bajo el reinado de Carlos III (siglo XVIII), esta puerta sustituyó a una anterior, construida en tiempos de Felipe III.
En el centro, donde confluyen el paseo del Prado y la calle de Alcalá, se alza la Fuente de La Cibeles. Está rodeada, por un lado del edificio de Comunicaciones, de comienzos del siglo XIX; el Banco de España, también del XIX; el Cuartel General del Ejército; y el Palacio de Linares, bella residencia de los marqueses de Linares, del siglo XIX.
Quien dice que la ausencia causa olvido
Merece ser de todos olvidado.
El verdadero y firme enamorado
Está, cuando está ausente, más perdido.
Diseñada por Sabatini bajo el reinado de Carlos III (siglo XVIII), esta puerta sustituyó a una anterior, construida en tiempos de Felipe III.
En el centro, donde confluyen el paseo del Prado y la calle de Alcalá, se alza la Fuente de La Cibeles. Está rodeada, por un lado del edificio de Comunicaciones, de comienzos del siglo XIX; el Banco de España, también del XIX; el Cuartel General del Ejército; y el Palacio de Linares, bella residencia de los marqueses de Linares, del siglo XIX.
Quien dice que la ausencia causa olvido
Merece ser de todos olvidado.
El verdadero y firme enamorado
Está, cuando está ausente, más perdido.