Maqueta en bronce de la antigua plazuela de los Caños del Peral. Plaza de Isabel II, MADRID

Maqueta en bronce de la antigua plazuela de los Caños del Peral.
Plaza de Isabel II.
Madrid.

La antigua Fuente de los Caños del Peral fue construida en tiempos de Felipe II y estaba situada en lo que hoy día es la plaza de Isabel II. Contaba con seis caños y sus correspondientes pilas de granito.
A este lugar acudían los madrileños de la zona para coger agua y lavar la ropa.
En esta maqueta podemos ver un tramo del Acueducto de Amaniel (acueducto de ocho arcos de ladrillo perteneciente a la corona), que abastecía de agua al Palacio Real. Estas aguas venían desde la Dehesa de la Villa y eran conocidas como el Viaje de Palacio.

Con la llegada del agua del canal de Isabel II a las viviendas (en el siglo XIX), su entorno se fue urbanizando y la fuente quedó enterrada.

La Alcantarilla del Arenal.
Si miramos esta maqueta, además de la Fuente de los Caños del Peral, podemos ver una alcantarilla que atravesaba en perpendicular el cuarto arco del Acueducto de Amaniel. En ella se canalizaban las aguas sucias que provenían de la Puerta del Sol por el arroyo del Arenal. Estas aguas desembocaban en el arroyo de Leganitos, por la actual Cuesta de San Vicente. Con la construcción de la estación del Metro de Ópera (a principios del siglo XX), esta canalización la desviaron y la alcantarilla quedó en desuso

Isabel II fue reina de España entre los años 1833 y 1868.
La plaza de Isabel II (conocida popularmente como plaza de la Ópera) está ubicada en el centro de Madrid. Una de las calles más conocidas que desembocan en la plaza es la calle del Arenal procedente de la Puerta del Sol.
Antiguamente fue un centro de recogida de aguas en Madrid (y punto de reunión de aguadores). Siendo igualmente un lavadero de la zona.
Ocupa el solar del antiguo Teatro de los Caños del Peral.
En la Edad Media, tuvo una marcada función defensiva. Sus profundos barrancos, formados por el cauce del arroyo del Arenal, sirvieron de foso natural a la muralla cristiana. En esta plaza se encontraba la Puerta de Valnadú, una de las entradas al recinto amurallado. La repoblación de la zona hizo que se fuera allanando el espacio hasta ser más o menos horizontal. Este fenómeno hizo que se establecieran diversos artesanos en sus alrededores y comenzaran las actividades mercantiles.
En 1567, Felipe II ordenó derribar la Puerta de Valnadú. Las fuentes de los Caños del Peral se alimentaban de los viajes del agua subterráneas que provenían del subsuelo de la plaza Mayor. Fuentes que desaparecieron cuando se allanaron los terrenos de la plaza.
Cuando se realizaron las obras del Metro de Madrid relativas a la línea 2 (estación de Ópera) se descubrieron de nuevo en 1991. Las excavaciones mostraban un conjunto de granito y ladrillo macizo (hoy día se pueden ver en la misma estación de Ópera).
Durante el reinado de Isabel II se urbanizó la plaza en consonancia con la construcción del Teatro Real, edificio de estilo neoclásico que ocupa su cara occidental. El nuevo coliseo abrió sus puertas el 10 de octubre de 1850, coincidiendo con el cumpleaños de la reina. Ese mismo año se colocó en el centro de la plaza la estatua de Isabel II, encargada y pagada por Manuel López de Santaella, y obra de José Piquer y Duart. Un año después la estatua se desmontó del centro de la plaza y se colocó en el Teatro Real, hasta que en 1862 se colocó, en su lugar, una escultura alegórica de la Comedia, obra de Francisco Elías. La estatua de Isabel II regresó a la plaza en 1905.
El 1 de septiembre de 2008 comenzaron las obras de remodelación de la plaza finalizándose en julio de 2011.