Las obras de la Gran
Vía, se adjudicaron al banquero francés Martín Albert Silver. Para semejante empeño se demolieron 312
casas en un área total afectada de 142.647 m2. Se formarían 32 nuevas manzanas y el resto de la superficie quedaría destinado a los tres tramos de vía principal, que incluían en sus inicios un bulevar en el tramo central, y todo ello en una longitud total de casi un kilómetro y medio.