El tercer tramo, hasta la
plaza de
España, albergó espacios destinados al ocio, como
cines,
teatros, salas de
fiestas,
cafeterías y
comercios como librerías y
tiendas de tejidos, entre otras. También
edificios completamente de oficinas. Durante la Guerra Civil, por su proximidad al frente situado en la Ciudad Universitaria y en la
Casa de
Campo, esta zona de la Gran
Vía fue la que más se resintió. Destacan de nuevo los edificios dedicados a salas de
cine como el
Palacio de la Prensa, el Callao, el Capitol, el Coliseum, el Rialto, el Imperial o el
Teatro Lope de Vega.