La estructura primigenia se mantuvo hasta 1735, año a partir del que se levantó un nuevo
edificio bajo el arquitecto Juan Bautista Sachetti en colaboración con Ventura Rodríguez, concluyéndose las obras diez años más tarde. En ese momento, cambió su denominación de
Corral del Príncipe a
Teatro del Príncipe. Tras haber sido declarado en
ruina a consecuencia de los informes de los arquitectos Colubi y Velasco, entre 1887 y 1894, el arquitecto Román Guerrero reformó ampliamente el teatro, configurando lo que existe en la actualidad.