ARANJUEZ

Habitantes: 54.055  Altitud: 494 m.  Gentilicio: Arancetanos 
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Situación:

Está situado al sur de la Comunidad Autónoma de Madrid, distando de Madrid 47 kilómetros y de Toledo 44 Kms comunicado por la carretera N-IV - A-4 y el ferrocarril, enlazando ambas vías con Andalucía y Levante. Su término municipal tiene una extensión de 19.000 hectáreas y su altitud media es de 489 metros sobre el nivel del mar en Alicante.

Aranjuez se halla en una amplia vega formada por los ríos Tajo y Jarama. Su clima aun siendo Continental es templado. Siendo su temperatura media anual de 13º, situándose entre los 30º en verano y los 10º en invierno. Sus lluvias son moderadas.

Ayuntamiento:

Delegación de Atención al Ciudadano

C/ Stuart, 91

28300 Aranjuez (Madrid)

España

Teléfono: +34 1 809 0360 - +34 1 892 49 40

FAX: +34 1 891 60 40

E-mail: oac@aranjuez-realsitio.con

Monumentos:

Palacio Real.- Al no tener capacidad el antiguo palacio de los maestres de Santiago, Felipe II dispuso la construcción de un nuevo palacio, situado al sur e inmediato al antiguo, del que le separaba una estrecha calle. La familia real se alojaría en el nuevo palacio; la servidumbre en el antiguo. Realizó la obra en sus comienzos Juan Bautista de Toledo que comenzó por una capilla pública en 1561, en 1568 muere el arquitecto, encargándose de proseguir las obras, Juán de Herrera, la obra se terminó en 1586.
Antes de entrar en el Palacio Real encontramos la Plaza de Armas, escenario de los desfiles, commemoraciones y juegos ecuestres propios de la corte del absolutismo. Felipe III, tras la muerte de Felipe II, no introduce muchas mejoras en palacio, tan solo construye dos pasadizos sobre los pisos superiores para poner en comunicación el Palacio con el antiguo de los maestres. También concluyó el Jardín de las Estatuas, lo cerró con muros de hierro y puso una fuente en su centro. Felipe IV lo adornó con estatuas. Felipe V se encarga de la ampliación de del palacio en 1717, en 1727 se empieza a derribar el antiguo palacio de los maeestres, construyéndose un puente con escalinata para pasar a la Isla. En 1735 se edifica la muralla de sillería en la ría para poder formar la gran plaza de la fachada principal de Palacio. Las obras finalizaron en 1739, ya siendo rey Fernando VI. Se incendia en 1748 y se ordena su restauración a Santiago Bonavía, quien realiza también la fachada principal. Coronan la fachada tres estatuas de piedra: Felipe II, Felipe V y Fernando V, bajo cuyo reinado se concluyeron estas obras. Carlos III dispuso en 1771 que se añadiesen dos alas prolongadas unidas a la fachada principal. En los extremos una galería elevada con terraza y balustre de piedra, realizada por el ingeniero Francisco Sabatini. También mandó hacer la parada de Palacio, con diez bancos de piedra cuyos respaldos rematan canastillos de flores y unas piñas. Cada añadido se hizo guardando armononia con lo construido anteriormente, de modo que el conjunto guarda una coherencia total y parece creado en una misma época. El Palacio tardó en construirse aproximadamente doscientos años entre la parte antigua construida por Herrera y las últimas alas construidas por Sabatini.
En el interior de Palacio podemos encontrar pinturas de Lucas Jordán, Vicente López y Esquivel, entre otros. Muebles de diversos estilos, colecciones de relojes, lámparas y esculturas. Tiene especial interés la Saleta de Porcelana, predilecta de Carlos III, modelada en casi su totalidad por Giuseppe Gricci. Muros y bóvedas cubiertos con grandes paramentos de porcelana, atornillados a un armazón de madera invisible. Obra maestra de la fábrica del Buen Retiro que en 1760 ordenó construir Carlos III. Sus escenas evocan fábulas y leyendas orientales de carácter costumbrista.

Casita del Labrador.

Casa de Oficios y Caballeros.- Ocupan el lateral occidental de la plaza de San Antonio, también llamada Plaza de la Mariblanca, a la que abren sus bellos saoportales. Su función era la del mantenimiento y administración del Real Sitio y como alojamiento del séquito en época de jornadas reales. Ambas construcciones aparecen unificadas hacia la plaza, aunque responde a distintos momentos. La Casa de Oficios fue proyectada por Juán de Herrera (1654), prolongándose su construcción durante el siglo XVII. Estas fases no concluyen hasta que se da fin a la Casa de Caballeros (1767), sobre los planos de Gómez de Mora (siglo XVIII), bajo la dirección de Santiago Bonavía y sus sucesores Marquet y Serrano.

Casa de Infantes. Edificio civil, encargado por Carlos III a Juán de Villanueva, para el alojamiento de los Infantes Gabriel y Antonio. Se integra a la plaza con el sistema de arquerías, asegurando la conexión entre el casco histórico y el núcleo en torno a palacio. Construido por Serrano en 1772 para las familias de los hijos de Carlos III, está situada en el lateral oriental de la plaza de la Mariblanca y frente a la Casa de Caballeros.

Real Iglesia de San Antonio.- Proyectada por los arquitectos Isidro González Velázquez y Santiago Bonavía en el siglo XVIII, tiene su origen en un oratorio que Felipe IV mandó habilitar debido a la poca capacidad de la Capilla Real que sólo tenía dos altares. Fue utilizada como cuartel por las tropas napoleónicas. Se integra en la formación de la plaza de San Antonio, centro neurálgico de Aranjuez. Se concibió como capilla real, ocupando el punto de fuga de la plaza y asimilándose a un sistema de arquerías que articulan el gran espacio. Se encuadra en un urbanismo cortesano de influencia italiana.

Teatro Real. Ordenado construir por Carlos III al arquitecto Jaime Marquet en 1769. Durante el siglo XIX y XX sufrió varias modificaciones que desvirtuaron su aspecto inicial. Estaba dedicado a la represantación de comedias y tragedias españolas y óperas italianas. El edificio asume la función de un teatro anterior albergado en el popio Palacio Real. En 1876, el rey Alfonso XII cedió su usufructo al municipio. Ha sido reconstruído recientemente y está en funcionamiento.

Real Convento de San Pascual.- Imponente edificio construido por orden de Carlos III, es una obra ejemplar que se alza frente al Hospital de San Carlos y fue relaizada por el arquitecto Francesco Sabatini entre los años 1765-1770. En la fachada neoclásica terminada en dos torres, destacan el juego de columnas y pilastras y el frontón que la corona. Su lenguaje es clasicista, próximo a los principios del barroco italiano. Su elemento mas destacado es la iglesia, de planta de cruz latina con capillas en la nave principal y brazos de crucero poco acusados. Se complementa con dependencias conventuales organizadas en los patios y con una huerta en la parte posterior. La iglesia es actualmente parroquia. El colindante convento es de clausura de las religiosas Concepcionistas Franciscanas.

Hospital San Carlos.- Edificio civil construido por orden de Carlos III, bajo la dirección de Manuel Serrano (1776), fue ampliado con gusto decimonónico hasta la calle Capitán en tiempos de Isabel II. Situado en la calle de la Concha y destinado a hospital de empleados reales y residentes en el Real Sitio. Su arquitectura funcional organizada en dos patios, correspondiendo el posterior a la época de Isabel II, con la conclusión de galerías de convalecientes. Como elemento decorativo destaca la sencilla fachada de ladrillo, una interesante portada donde se produce el juego y superposición de frontones curvos y triangulares que remata un frontón triangular inscrito en un arco de medio punto.

Iglesia de Alpajés.-
Real Cortijo de San Isidro.

Fiestas:

30 de Mayo, San Fernando (Fiestas Patronales)

Primeros Septiembre, Fiesta del Motín.

Historia:

La vega del río Tajo confluente con el río Jarama, su abundancia de agua, la vegetación, algún yacimiento de sal y la caza, crearon un enclave excepcional para que los hombres paleolíticos y neolíticos frecuentaran lo que hoy es Aranjuez. Primeros pobladores de la zona fueron los carpetanos, pueblo celtíbero establecido en Toledo que desaparecería cuando se romaniza la comarca, establecióndose en Titulcia, punto estratégico en el tránsito de Mérida y Andalucía a Zaragoza.
Poco se conoce de la Alta Edad Media y de la presencia islámica en la historia local, pero es fácil adivinar que siendo Toledo su centro urbano, el aprovechamiento natural de la vega mantuviera su esplendor, con presencia de pobladores mozárabes ocupando la villa y el castillo de Oreja, frontera y fortificación de defensa en las distintas disputas de dominio con los cristianos. En la denominada Plenitud Medieval (s. XI al XIII) el campo de Aranjuez adquirió cierto protagonismo al declararse bajo el dominio de la Orden Militar de Santiago, cuyo centro administrativo residía en Ocaña. Los Grandes Maestres de la Orden Milita de Santiaqo pasaban largas temporadas de descanso en una casa maestral, estanque y huertas que construyeron para su recreo. En el mismo lugar donde posteriormente se levantaría el actual Palacio Real de Aranjuez. Fue Fernando el Católico quien, asumiendo el maestrazgo de la Orden, incorporó Aranjuez a la Corona, por lo qué, el lugar, comenzó a ser frecuentado por los reyes, iniciando en cierta forma la historia actual de Aranjuez.
Aranjuez quedó inscrito en un sistema de Reales Sitios como establecimiento de una corte itinerante que pasaba el invierno en Madrid, capital del reino desde 1561 por deseo de Felipe II, la primavera en Aranjuez, el verano en el Escorial y el otoño en la Granja.
Los reales sitios en esta época son comunes a todas las monarquías europeas: una residencia cerca de la capital, en un medio natural y con visitas esporádicas a la corte y su servidumbre. Es un signo de poder y de uso exclusivo del monarca y su corte, implantando un nuevo modelo de organización más refinada basado en la arquitectura, la jardinería y la decoración.
Los sucesivos monarcas continuaron la obra de Felipe II y fueron modelando Aranjuez a su gusto. Por un lado lo llenaron de monumentos, y por otro, impidieron el desarrollo normal de la población, prohibiendo el asentamiento de los pobladores y la edificación popular. Aranjuez era una monumental finca privada de los reyes.
El primer Borbón que se asentó en Aranjuez, fue Felipe V. Durante su reinado e influencia por su refinada educación francesa, comenzó ampliaciones del Palacio Real, derribando el antiguo palacio maestral en 1727 y estableciendo las primeras setecientas familias en la ciudad al servicio del Rey.
Fernando VI da los primeros pasos para engrandecer la incipiente población, permitieno el libre asentamiento de pobladores. Con Santiago Bonavía en 1740 y la ayuda de Alejandro González Velázquez, se realizó el desarrollo urbanístico de la ciudad con una esmera planificación. Las posteriores aportaciones de Sabatini y Juán de Villanueva crearon nuevas calles, plazas y edificios -línea recta, perspectiva, uniformidad y monumentalidad- y distintas normas de edificación para que el conjunto de Aranjuez guarde armonía en la altura de las casas, su trazado y anchura de las calles, fachadas, palacios para cortesanos, casas para comerciantes y artesanos, alcantarillado, etc. Aranjuez se convierte en un centro comarcal, con intensa actividad agrícola y comercial.
Con esta base de regulación y desde una perspectiva ilustrada, Carlos III convirtió Aranjuez en un modelo de desarrollo experimental que activaría el progreso agrícola, ganadero, botánico y social en una constante dialéctica entre el jardín lúdico y la huerta utilitaria. Su política agropecuaria actúa de forma especial en el Cortijo de San Isidro, Campo Flamenco, Las Infantas, Villamejor, los Deleites e incluso la conocida Huerta Valenciana con amplio cultivo de moreras para la producción de seda.
El rey concibe un paisaje donde se articula de forma magistral un medio natural y boscoso, con la arquitectura y la ingeniería, fundamentalmente la hidráulica y agrícola, creando una dimensión superior a la obra del hombre, el paisaje y Aranjuez es su máximo exponente.

Turismo:

En cualquier estación del año, la visita a nuestra ciudad despierta la imaginación y el interés por el arte, enseñándonos una atractiva lección: la intervención del hombre sobre el entorno no siempre es destructiva. Santiago Rusiñol, Joaquín Rodrígo, José Luís Sampedro... han sabido beneficiarse del entorno, su belleza y la tradición para crear obras de arte de interés internacional.
Las Ferias y Fiestas, el Descenso Pirata del Tajo, el Festival de Música Antigua, con la participación, año tras año, de los más destacados intérpretes de de música medieval, renacentista y barroca. Corridas de toros, descensos en embarcaciones por el rio Tajo, encierros, conciertos, representaciones teatrales, etc., conforman las fiestas de Aranjuez, que se presentan ante el visitante como la seductora combinación de naturaleza en su máximo esplendor y el colorido del bullicio popular que participa de su historia.

Gastronomía.- La cocina ribereña hace referencia a dos factores básicos de su geografía y de su historia: los frutos de la huerta y la tradición cazadora de los reyes. Lejos quedan las ordenanzas del Sitio que prohibían el cultivo de la verdura vulgar y sólo autorizaban los productos de la huerta digna del paladar regio: el fresón, la fresa y los espárragos.
Actualmente, con las nuevas promociones de cocineros de la Escuela de Hostelería de Aranjuez, han surgido numerosos estableciomientos que con imaginación y esmero descubren aquella tradición culinaria y reservan la producción de la huerta ribereña para la degustación y combinación de numeros platos, tapas y aperitivos que compiten con las mejores cocinas internacionales. También destacan sus vinos con denominación de origen "Vinos de Madrid", como son las Viñas del Regajal y del Real Cortijo.
Junto a numerosos establecimientos de alta cocina y gran abolengo, distribuidos por el casco histórico y centro de la ciudad, tenemos en la vega del río Tajo y para el verano, nuestros particulares "gangos", típicos merenderos que proliferan entre las huertas y siguiendo las márgenes del río donde sus sencillos menús de tortilla, conejo guisado y ensalada hacen que la reunión familiar sea una celebración de agradable ambiente y tranquilidad.

Tren de la Fresa.- Cubre el recorrido de la que fue en 1851 la segunda línea férrea de España. Muchas dificultades hubo de afrontar el Marqués de Salamanca para poner en marcha esta línea que unía la capital con el Real Sitio. Al final, el 9 de febrero de 1851, la Reina Isabel II inauguraba este trayecto ferroviario que congregó a multitud de curiosos en torno al "monstruo" de hierro que iba a poner en marcha la primera línea férrea de Madrid, la cual llevaría hasta la capital los productos de la huerta de Aranjuez. Un viaje a través del tiempo, con su locomotora simple y robusta, del tipo Mikado, sus vagones de madera y azafatas ataviadas a la antigua usanza con trajes de corte decimonónico, que obsequian al viajero con ricos y famosos fresones de Aranjuez.

Barco turístico.- Navega por el entorno natural del río Tajo, tal y como lo hicieran antiguamente las falúas reales. Magníficas vistas del Embarcadero Real, el Jardín de los Pabelloness y de la abundante flora y fauna de la ribera del Tajo. Visita comentada de 45 minutos.

Un paisaje patrimonio de la humanidad.- Los ríos Tajo y Jarama ordenaron la vida de Aranjuez y fueron, hasta tiempos recientes, ríos volubles e inestables, con lechos cambiantes, meandros y riadas. El esfuerzo por dominarlos, cruzarlos y navergarlos ha creado un paisaje de presas, puentes, malecones, canales y acequias que diferencian nuestra ciudad con agradables paseos por las huertas y sotos históricos.
Los Paseos Históricos fueron el eje central de un elaborado plan para recrear mediante jardines, bosques, trazados, calles y huertas un mundo natural completo de ocio, caza y disfrute estético de los Reyes. Su diseño en trama geométrica tenían múltiples funciones: comunicar y servir de acceso a los distintos terrenos de cultivo, ofrecer bellas perspectivas y hacer amenos los paseos, y además, producir madera. Recorrer estos Paseos, de los que aún pervive su trazado en más de 30 Km. y cobijarse en sus árboles centenarios es detenerse en el tiempo y comprender que se puede vivir en estrecha armonía con la naturaleza.
Más importantes son los jardines de Aranjuez que fueron anteriores a la ciudad, con rincones donde pedemos apreciar la huella de cada siglo, de cada estilo, de cada rey y cada reina que pasaron por Aranjuez. Precisamente, esta sabia intervención humana que supo entender y respetar la naturaleza dio lugar a un paisaje diverso, en territorio donde la acción del hombre ha sido determinante para modificar el medio y transformarlo según sus necesidades, sin menoscabo de su aprovechamiento por parte de infinidad de formas de vida que encuentran en esta diversidad un lugar idóneo para vivir.
Esta especial actuación del hombre sobre el territorio es lo que hizo que Aranjuez fuese declarado Paisaje Cultural Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2001.