Cerca de Vallcanera existe un grupo de casas que se llama "Las Mallorquinas" , los primeros habitantes fueron unas familias que vinieron de Mallorca hace muchos siglos, fueron los propietarios de una fonda o mesón que hacia el año 1500 ya se llamaba "Meson Las Mallorquinas"
En los primeros días de 1563, debía Felipe II 5 pagas "y lo menos que se puede dar son tres", para que el ejército recuperase su crédito, al menos en parte. Entró la tropa en San Saloní, donde "todos son venteros, totalmente falta de dinero. Y como todas estas tierras están tan cansadas de nuestra pesadumbre.., alojamos en los ostales". Obligado dejar a los hombres "de asiento.., no quieren fiar. Y el comer no sufre dilación y blanca no la ai, ni ya tengo remedio della". Al mal endémico se sumó el inesperado, de robo al trajinero. La quitaron 400 ducados, destinados a la compañía, "con su gran culpa" de su parte, pues habiendo sido avisado de la presencia de ladrones en la Cruz de Francia "quiso pasar", en lugar de imitar a los que "se tornaron", continuó su camino, cayendo en manos de los salteadores. Los soldados alojados en el hostal de la Bella Dona recibieron la noticia. Avisando a sus compañeros, instalados en el Mesón de Las Mallorquinas , subieron juntos a la Cruz: "hallándole robado [al trajinero], hizieron las diligencias que pudieron", sin dar con los ladrones.
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En los primeros días de 1563, debía Felipe II 5 pagas "y lo menos que se puede dar son tres", para que el ejército recuperase su crédito, al menos en parte. Entró la tropa en San Saloní, donde "todos son venteros, totalmente falta de dinero. Y como todas estas tierras están tan cansadas de nuestra pesadumbre.., alojamos en los ostales". Obligado dejar a los hombres "de asiento.., no quieren fiar. Y el comer no sufre dilación y blanca no la ai, ni ya tengo remedio della". Al mal endémico se sumó el inesperado, de robo al trajinero. La quitaron 400 ducados, destinados a la compañía, "con su gran culpa" de su parte, pues habiendo sido avisado de la presencia de ladrones en la Cruz de Francia "quiso pasar", en lugar de imitar a los que "se tornaron", continuó su camino, cayendo en manos de los salteadores. Los soldados alojados en el hostal de la Bella Dona recibieron la noticia. Avisando a sus compañeros, instalados en el Mesón de Las Mallorquinas , subieron juntos a la Cruz: "hallándole robado [al trajinero], hizieron las diligencias que pudieron", sin dar con los ladrones.
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