VILLAFAFILA: BELÉN ALONSO Más de dos centenares de palomas ha sido...

BELÉN ALONSO Más de dos centenares de palomas ha sido halladas muertas en la localidad de Villafáfila en los últimos días. Los animales pertenecientes a tres palomares de la misma zona podrían, según las primeras hipótesis, haber sido envenenados. Al número de ejemplares adultos muertos habrá que sumar las cuantiosas bajas que se han producido entre los pichones.

Según pudo confirmar ayer este diario las palomas comenzaron a aparecer muertas por los alrededores de una misma zona en días pasados, «casi todas a la vez y de un día para otro y la inmensa mayoría pertenecientes a unos palomares ubicados a la entrada del pueblo, muy cerca del núcleo urbano», según explicó un vecino.

El hecho ya ha sido puesto en conocimiento y denunciado ante los servicios territoriales de Agricultura y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, los cuales desplazaron profesionales a la zona para tomar muestras de lo sucedido.

Fuentes vecinales se inclinan a pensar en el envenenamiento como causa más probable de las muertes de los animales, ya que «si fuera otra cosa hubiera afectado a más ejemplares de la zona y solo se ha quedado ahí y al parecer todas tenían los mismos síntomas». La sombra de una posible gripe aviar hizo saltar todas las alarmas en la localidad ante la posibilidad de una propagación de la enfermedad entre las aves que habitan en la cercana Reserva de las Lagunas de Villafáfila.

Según los vecinos se hallaron «al menos dos centenares de palomas muertas. Es más, en el tejado de una nave cercana llegamos a contar más de treinta y vete tu a saber cuantas más que no llegamos a ver». La cifra de ejemplares muertos aumentará con toda probabilidad ya que a ella se sumarán los numeroso pichones que morirán de inanición en los palomares ante la ausencia de su progenitores. En el día de ayer se investigaba la posible causa de las muertes y los orígenes de las mismas, aunque según explicaron fuentes vecinales «siempre hay alguien que echa veneno indiscriminadamente en el campo y en los tejados, porque la verdad, las palomas, a veces, llegan a ser molestas y perjudiciales».