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SANTA CLARA DE AVEDILLO: de redacción...

de redacción

Cruce de cables
por pablo muñoz

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E pregunto yo, qué pintaba un alcalde borracho perdido y vestido con chándal montando la bronca en la puerta de una discoteca. Un alcalde es un alcalde, aquí o en Santa Clara de Avedillo, provincia de Zamora, y de él debería esperarse mejor comportamiento. La cosa es que Enrique López, alcalde de esa localidad zamorana por el PP -vaya, ya estamos-, sin que se sepa qué es lo que celebraba, se agarró el pasado domingo una moña más que regular y sin dar tiempo a que se le pasase se empeñó en entrar en la discoteca Buda, en el centro del pueblo. Eran las tantonas, el alcalde iba trastabillando, en chándal y chanclas. Los gorilas de la disco, normal, se le plantaron que, por mucho alcalde que fuera, con aquellas pintas y aquel pedo no iba a entrar. Y aquí fue cuando al alcalde se le subió el cargo a la cabeza y montó la bronca que no sabéis con quién estáis hablando. Los gorilas, a lo suyo, que hala, que se le pase. El alcalde, babeando espuma, que os vais a enterar, que esto no se queda así. Los gorilas, que vale, que le den. Eran ya las cinco de la mañana cuando el alcalde volvió a la puerta de la discoteca pero esta vez con un pistolón y al grito de " ¡Os voy a matar!". A los gorilas les bastó un guantazo para desarmar a la embriagada autoridad y entregarlo a la Policía. Cuando se le pasó la jiña tras un día de calabozo, y ante el juez, el alcalde alegó que "se me cruzaron los cables". A sus 66 años, Enrique López ya no está para esas pendencias. Menos discoteca y menos gintónics; a su edad, caldico y quietud, señor alcalde.