Sin dinero bajo el mantel
La bajada de las pensiones y el incremento de los costes de mantenimiento ponen en peligro el futuro de los comedores sociales
21.06.2013 | 01:15
Varios usuarios en el comedor social de Bercianos. Foto Ch. S.
CHANY SEBASTIÁN La mayoría de los comedores sociales de la tercera edad de la comarca de Aliste, Tábara y Alba «se verán obligados a cerrar a corto y medio plazo por los problemas económicos de los ayuntamientos como prestadores de servicios y de los jubilados como receptores». Así lo creen los propios usuarios y los alcaldes y concejales, dándose por hecho que el actual sistema de un comedor en cada pueblo con cocinera propia «es inaguantable por los altos e inasumibles costes».
La práctica totalidad de los ayuntamientos tienen que aportar fondos propios, las ayudas de la Diputación de Zamora han ido a menos y mantener los menús a tres y cuatro euros no alcanza ni para cubrir las materias primas. El número de usuarios va a menos y desde los ayuntamientos se asume que para cubrir gastos habría que ir a unos precios de 6 o 7 euros, lo cual causaría una desbandada general y dejaría los comedores vacíos. Los jubilados son claros: «los comedores sociales son un acierto, prestan un gran servicio, pero aquí las pensiones del Régimen Especial Agrario son muy bajas, a veces de menos de 600 euros. Con eso no llega para pagar nuestros gastos, las medicinas e ir al comedor». Una de las soluciones para abaratar costes es la de catering: crear una base central en un pueblo y desde él distribuir la comida a otros cercanos. Este sistema ya funciona: fue pionero en Sarracín desde donde se reparte también a Riofrío, Cabañas, Abejera y Ferreras de Arriba y desde Grisuela a Rabanales y Matellanes. En la actualidad en la comarca funciona, 13 comedores y están construidos o listos para abrir otros 5 en Alcañices, Nuez, Fonfría, Mahíde, Rábano y Sejas.
La bajada de las pensiones y el incremento de los costes de mantenimiento ponen en peligro el futuro de los comedores sociales
21.06.2013 | 01:15
Varios usuarios en el comedor social de Bercianos. Foto Ch. S.
CHANY SEBASTIÁN La mayoría de los comedores sociales de la tercera edad de la comarca de Aliste, Tábara y Alba «se verán obligados a cerrar a corto y medio plazo por los problemas económicos de los ayuntamientos como prestadores de servicios y de los jubilados como receptores». Así lo creen los propios usuarios y los alcaldes y concejales, dándose por hecho que el actual sistema de un comedor en cada pueblo con cocinera propia «es inaguantable por los altos e inasumibles costes».
La práctica totalidad de los ayuntamientos tienen que aportar fondos propios, las ayudas de la Diputación de Zamora han ido a menos y mantener los menús a tres y cuatro euros no alcanza ni para cubrir las materias primas. El número de usuarios va a menos y desde los ayuntamientos se asume que para cubrir gastos habría que ir a unos precios de 6 o 7 euros, lo cual causaría una desbandada general y dejaría los comedores vacíos. Los jubilados son claros: «los comedores sociales son un acierto, prestan un gran servicio, pero aquí las pensiones del Régimen Especial Agrario son muy bajas, a veces de menos de 600 euros. Con eso no llega para pagar nuestros gastos, las medicinas e ir al comedor». Una de las soluciones para abaratar costes es la de catering: crear una base central en un pueblo y desde él distribuir la comida a otros cercanos. Este sistema ya funciona: fue pionero en Sarracín desde donde se reparte también a Riofrío, Cabañas, Abejera y Ferreras de Arriba y desde Grisuela a Rabanales y Matellanes. En la actualidad en la comarca funciona, 13 comedores y están construidos o listos para abrir otros 5 en Alcañices, Nuez, Fonfría, Mahíde, Rábano y Sejas.