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SANTA CLARA DE AVEDILLO: Al día siguiente arrancamos en la madrugada, oyendo...

Al día siguiente arrancamos en la madrugada, oyendo cantar a los gallos en el barrio La Providencia, pobre y bello. Lo primero que me sorprendería esa mañana de lunes serían las mujeres trabajando desde temprano. La directora de Pro Mujer en el país, Gloria Ruiz, me explicaría más tarde que la nicaragüense es emprendedora y que el hombre, "al ver que la mujer sale adelante con sus proyectos", las acompaña.

Aprovechamos el resto del domingo para filmar la ciudad y sus alrededores. Una de las primeras 'paradas' fue el punto más alto de Ciudad León, el fortín. Queríamos tener una imagen panorámica, una especie de postal aérea. Hasta ese sitio conducen dos caminos. Uno es un depósito de basura. Hay tanta que a poco de llegar tres chicos nos advirtieron que no se podía pasar. Retomamos por el otro camino. Hablar de "camino" es una formalidad porque no están pavimentados, son de protuberancias, de pozos, de piedras, de charcos de agua y montañas de basura. Nos demoramos creo una hora en subir con el taxi. Valió la pena capturar esa imagen de León con sus cúpulas diputándole el trono a la espesura que las lluvias y el calor se encargaron las últimas semanas de hacer crecer.

A partir del día siguiente, y desayunando invariablemente Gallos Pintos, el típico plato de arroz con frijoles, huevo y queso, arrancamos con el trabajo que nos demoró prácticamente una semana. Conocimos la realidad de Linda, nos enteramos de cómo salió de la pobreza. Vimos con nuestros ojos que la ONG les aporta capacitación y atención en salud. El último día de nuestra visita Linda Flores se comprometió a someterse a un control ginecológico, siete años después del último. Pero lo que es más importante, las mujeres fortalecen su autoestima.

Hay que decir, sin embargo, que no todo es color de rosas. Dos de los chicos suspendieron este año su asistencia al colegio para ayudar a su madre. Su situación es una paradoja. Sin los hijos, la familia no sale adelante. Pero sin educación, los chicos hipotecan su futuro. Nos despedimos de Linda con la promesa que el año próximo los chicos regresarán a la escuela.