SAN MIGUEL DE LA RIBERA: Muy atrás se quedó su gran prestancia...

Muy atrás se quedó su gran prestancia
viviendo rodeada de amarguras,
que dieron a su vida de locura
negros tintes con "dosis" de ignorancia.

En cárceles pasó meses de estancia
suplicando que DIOS en las alturas,
supiera que a una pobre críatura
se le ahogaban los sueños de su infancia.

Le costó comprender que la amistad
no obligaba a pagarle con su vida;
confundió el amor con lealtad.

Y lloró al sentir que siempre olvida
el que sólo regala crueldad,
a cambio de felicidad vivida.

Noemí.