yo ya se que vales mucho, vienes de buena cuna
TANIA SUTIL Con tono cercano y familiar, el cantautor asturiano Víctor Manuel llenó ayer con su voz y presencia el escenario del Teatro Principal, al que se sube por primera vez para interpretar su «Vivir para cantarlo», una gira de conciertos que comenzó en febrero del pasado año y que aborda un repaso íntimo por su cancionero profesional.
Frente a un Principal atento y entregado, y acompañado por su hijo David San José, Víctor Manuel explicó a los zamoranos desde la distancia corta un recorrido musical que ha marcado su vida desde 1967. «Nací en Asturias, mi madre me obligaba a ir siempre a misa aunque ella no iba, sólo a los funerales, superó un cáncer y no sabía muy bien a quién darle las gracias» fueron sus primeras palabras sobre el escenario dirigidas al público zamorano, que sintonizó desde el primer minuto del concierto con el genio de las palabras. A su presentación le siguió un goteo continuo de esclarecedoras confesiones del músico asturiano que sirvieron de antesala de cada una de sus piezas. Desde aquellos primeros temas de «Paxarinos», «El abuelo Víctor», «Carmina» o «Quiero abrazarte tanto», hasta las más comprometidas «El cobarde», «Vienen del Sur», «Sin memoria» y «Cómicos», pasando por las románticas «Sólo pienso en ti», «Nada sabe tan dulce como tu boca» y «Qué te puedo dar».
El artista asturiano contextualizó sus temas con añoranza, en unos casos, y con cierta ironía, en otros, hasta convertir el espectáculo en un formato a caballo entre el concierto tradicional y el soliloquio teatral. A título anecdótico el cantautor también reveló su conocimiento de la receta de las patatas a la importancia. Dar testimonio del paso del tiempo es el objetivo que persigue Víctor Manuel a través de una biografía hecha canciones y que trae de nuevo al escenario un concierto con el mismo título que tuvo lugar en 1989 y fue grabado en vivo junto a la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias y el Coro de la Fundación Príncipe de Asturias.
Más de media hora antes al inicio del concierto, a las 21.00 horas, el público se agolpó a las puertas del Teatro Principal para tomar asiento en su butaca y dejarse llevar por la voz del asturiano.
Víctor Manuel, nacido en Mieres del Camino, descubre por primera vez el coliseo zamorano aunque ya actuó en la ciudad años atrás, tanto en el Castillo durante las Ferias y Fiestas de San Pedro como en la plaza de Toros. Sin embargo, «el concierto que hago ahora sólo se puede hacer en un teatro porque el ambiente es intimísimo», reconoce el propio cantautor, que regresa al origen de las canciones, arregladas para sonar con piano y guitarra.
TANIA SUTIL Con tono cercano y familiar, el cantautor asturiano Víctor Manuel llenó ayer con su voz y presencia el escenario del Teatro Principal, al que se sube por primera vez para interpretar su «Vivir para cantarlo», una gira de conciertos que comenzó en febrero del pasado año y que aborda un repaso íntimo por su cancionero profesional.
Frente a un Principal atento y entregado, y acompañado por su hijo David San José, Víctor Manuel explicó a los zamoranos desde la distancia corta un recorrido musical que ha marcado su vida desde 1967. «Nací en Asturias, mi madre me obligaba a ir siempre a misa aunque ella no iba, sólo a los funerales, superó un cáncer y no sabía muy bien a quién darle las gracias» fueron sus primeras palabras sobre el escenario dirigidas al público zamorano, que sintonizó desde el primer minuto del concierto con el genio de las palabras. A su presentación le siguió un goteo continuo de esclarecedoras confesiones del músico asturiano que sirvieron de antesala de cada una de sus piezas. Desde aquellos primeros temas de «Paxarinos», «El abuelo Víctor», «Carmina» o «Quiero abrazarte tanto», hasta las más comprometidas «El cobarde», «Vienen del Sur», «Sin memoria» y «Cómicos», pasando por las románticas «Sólo pienso en ti», «Nada sabe tan dulce como tu boca» y «Qué te puedo dar».
El artista asturiano contextualizó sus temas con añoranza, en unos casos, y con cierta ironía, en otros, hasta convertir el espectáculo en un formato a caballo entre el concierto tradicional y el soliloquio teatral. A título anecdótico el cantautor también reveló su conocimiento de la receta de las patatas a la importancia. Dar testimonio del paso del tiempo es el objetivo que persigue Víctor Manuel a través de una biografía hecha canciones y que trae de nuevo al escenario un concierto con el mismo título que tuvo lugar en 1989 y fue grabado en vivo junto a la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias y el Coro de la Fundación Príncipe de Asturias.
Más de media hora antes al inicio del concierto, a las 21.00 horas, el público se agolpó a las puertas del Teatro Principal para tomar asiento en su butaca y dejarse llevar por la voz del asturiano.
Víctor Manuel, nacido en Mieres del Camino, descubre por primera vez el coliseo zamorano aunque ya actuó en la ciudad años atrás, tanto en el Castillo durante las Ferias y Fiestas de San Pedro como en la plaza de Toros. Sin embargo, «el concierto que hago ahora sólo se puede hacer en un teatro porque el ambiente es intimísimo», reconoce el propio cantautor, que regresa al origen de las canciones, arregladas para sonar con piano y guitarra.