La conflictividad entre menores de edad, de entre 14 y 17 años, mantiene su tendencia ascendente, con un aumento considerable de las denuncias ante la Fiscalía de Menores, que contabilizó 400 hasta mediados de mes. Es más que probable que, de continuar esta tónica, se superen las 475 investigaciones de delitos abiertas durante el año pasado. También el número de expedientes de reforma que se tramitan, 84, está muy próximo a los 115 de 2009. La evolución de las infracciones entre adolescentes durante estos últimos nueve meses y medio auguran un incremento de expedientes de reforma, por tanto, de medidas para reconducir las actitudes de los denunciados. Las peleas conforman más de la mitad de los casos a investigar.
SUSANA ARIZAGA No sólo protagonizan más situaciones de conflicto, sino que además son más agresivos en sus reacciones, pertenecen a familias de clase media y media-alta (la clase social ya no es una referencia al hablar de la delincuencia en este grupo de población) y la edad a la que comenten una infracción es cada vez más temprana, muchos tienen menos de 14 años.
Esta última circunstancia podría explicarse porque «están llegando a las edades de entre 14 y 17 años los niños que han crecido sin normas claras y permanentes, aquellas que les enseñan cómo comportarse y que toda acción tiene unas consecuencias», explican fuentes de la Fiscalía de Menores, que «sin crear alarma», invitan a una concienciación sobre lo que puede acabar convirtiéndose en un serio problema.
SUSANA ARIZAGA No sólo protagonizan más situaciones de conflicto, sino que además son más agresivos en sus reacciones, pertenecen a familias de clase media y media-alta (la clase social ya no es una referencia al hablar de la delincuencia en este grupo de población) y la edad a la que comenten una infracción es cada vez más temprana, muchos tienen menos de 14 años.
Esta última circunstancia podría explicarse porque «están llegando a las edades de entre 14 y 17 años los niños que han crecido sin normas claras y permanentes, aquellas que les enseñan cómo comportarse y que toda acción tiene unas consecuencias», explican fuentes de la Fiscalía de Menores, que «sin crear alarma», invitan a una concienciación sobre lo que puede acabar convirtiéndose en un serio problema.