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QUIRUELAS DE VIDRIALES: CUANDO YA NO ESTÉ...

CUANDO YA NO ESTÉ

¿Qué pasa?... no lo entiendo, sólo sentí un fuerte dolor de cabeza, mareos… y ahora estoy tan confundido… ¿Qué pasa? ¿Por qué mi esposa corre y llora? Dicen que he muerto, pero no, estoy aquí pero ellos no me ven y yo no puedo abrazarlos. ¡Oh!... ya veo, están trasladando a alguien en un coche fúnebre, soy yo mismo, que extraño. Veo a mi familia con qué dolor lloran, pero yo solo veo, ya no siento dolor ni tristeza, es como ser un espectador. Pasan los días, mi familia regresa a casa sin mí, les he dejado un gran vacío. Ya alguien ocupa mi puesto de trabajo, todo vuelve a ser como antes, corren, atienden llamadas, hacen pagos, firman y envían documentos. En fin, es como si nunca hubiese faltado yo. Que bien; algunos compañeros se acuerdan de mí a ratos y lamentan que yo no esté. Sin embargo en mi familia, el vacío persiste, mi esposa llora, está consternada, no sabe cómo hacer sin mí, mi hijo pequeño pregunta: ¿Dónde está papá? Y mi esposa le dice que en el cielo. Mi hija mayor acaba de comprender dolorosamente lo que es la muerte; no deja de llorar, no quiere ir al colegio, no se puede concentrar, tampoco quiere comer. Mi perro se paró en la puerta y de ahí no hay quien lo saque, come, bebe agua y vuelve a su puesto de espera. Pasa el tiempo, mi hijo cumple cuatro años y yo no estoy, él se aferra a su mamá, se ha vuelto tímido y retraído, no hay una figura paterna para él, ya papá no está. Mi hija ya de 11 años, casi no habla, a veces su mamá la ha encontrado llorando, bajó mucho las notas y no muestra interés por nada. Mi querida esposa, con toda la carga sobre sus hombros y la responsabilidad de los hijos, tiene que sonreír a los niños para darles fortaleza. Ya ha pasado un año y todo sigue igual, pero en casa persiste el vació, la tristeza… En la empresa donde trabajaba ya nadie me nombra. ¿Sabes que dijo el forense? Que por stress en el trabajo, en mi cerebro reventó una vena por una subida repentina de tensión que me dio cuando me llamaron y me dijeron que del pedido realizado, sólo había llegado la mitad. Y de repente todo acabó… Ahora que ya no estoy y no puedo remediarlo. Me doy cuenta que para la empresa que trabajas siempre serás uno más, completamente reemplazable en cualquier momento, pero que para tu familia eres único e irremplazable. Ahora ya es demasiado tarde para lamentarme y darme cuenta que mi mejor empresa fue siempre mi familia… mi querida familia. En este mundo todos necesitamos un trabajo que nos permita cubrir nuestras necesidades básicas, pero la familia son tus seres queridos a los que de verdad les harás falta cuando ya no estés. €1000io