Julio se va. San Jacobo, San Yago, Sayago, San Diego.. ¡Cómo añoro los perucos "santiagueses" del huerto que maduraban por Santiago!... También el barbero y peluquero de años ha, junto con Mariano, MM y Ananías:"a p parió hache, a p parió...¿Quién andará ahí arriba?" gritaba colérico, cuando R.C. Le tapó la chimenea ahumándole la casa. Afeitando a navaja con su tembloroso pulso.¡Qué valor tenían nuestros abuelos! Te esquilaban siguiendo la moda yeyé de los 60, sin escaleras y con las patillas bien largas, ¿eh?, eso sí. Qué escalofríos la maquinilla en la nuca¡ Así llegabas a la capi hecho un artista de atezada piel y ya el primer día de colegio:-Aquel es de pueblo.¡Ja, ja, ja..! te señalaban con el dedo, tachándote de pueblerino y palurdo. Ellos tan cursis y bien hablaos.A mí me pasó como a Pepín, el de Rosalina: me llamo Pepe Castro y nací en Castro Pepe, an ca´mi abuela".También se mofaban si decías "me manca" o "me marcho p´al pueblo". -Se dice me hace daño y me voy para el pueblo, te corregían. Al cabo de unos años ya no era ningún desdoro ser de pueblo, y hoy se puede hasta presumir de ello y tener casa.A nosotros, panolis nos parecían ellos cuando llegaban de la ciudad, con su piel blancuzca, asustándose de todo bicho y sin saber correr entre terrones ni ir por las bodegas, tropezándose siempre. Las madres se saludaban:mealgro-bienytú?, seguido del piropo de moda para anoréxicas:¡Qué gorda estás, qué buena! Los de que no seríamos gramáticos como ellos, pero no éramos laístas, leístas ni loístas.Y sin saber una palabra de complementos ni morfosintaxis, simplem nos sonaba mal decir "mírale" o la dije algo a esa". Claro que toda regla tiene su excepción, hubo un tal Justo(era de Villanázar?) que solía decir "a éste me le aventilo yo, me le cojo, me le agarro y me le tiro por la ventana". Creo que fue monaguillo o sacristán y se ve que de tanto oír "el pan nuestro de cada día dánosle hoy" -en vez de dánoslo-, pegósele el vicio. Así que le pusieron de mote ME-LE-JUSTO.