PUEBLICA DE VALVERDE: EL DIA DE CARNAVAL...

EL DIA DE CARNAVAL

-Antes nuestros abuelos, decían que era el día del Entruejo. Ignoro el porqué-

Por aquellos años estaban prohibidos los disfraces. Aún así, muchos se disfrazaban pintando la cara sin ocultarla, para lucir sus vistosos trajes y no menores encantos personales.
Siempre había alguno que llevaba alguna máscara guardada entre la ropa y al encontrarse con algún grupo de confianza, la ponía para hacer más amena la fiesta y jugar a las adivinanzas.
Al final, casi siempre se daba a conocer y seguía la juerga.

Para ese día, casi todas las amas de casa, preparaban las famosas figüelas. Eran como tortitas finas, hechas de harina amasada; que se ponían en la sartén para freírlas y después se condimentaban con azúcar o miel. Estaban riquísimas.
La juventud, solo por ir a degustar las riquísimas figüelas, por los domicilios de los familiares o amigos, se vestían de carnaval, con lo que encontraran más a mano.

Recuerdo como en casa de una de mis abuelas, siempre para el día de las Candelas (2 de febrero), que era su santo; y para el día de carnaval, preparaba una cesta grande de figüelas, que después arropaba con miel de sus colmenas, y estaban de rechupete. Allí nos tenia a todos los nietos, ese día sin falta.

También se hacia en muchas casas, unos bollos especiales a base de harina, azúcar, manteca de cerdo, y algún otro ingrediente que no recuerdo; y que a pesar del color oscurito que quedaba al cocerlos en el horno, estaban muy buenos y sabrosos. Con un trozo de este manjar, se merendaba estupendamente.

Siendo un adolescente, todos los años; uno de mis tíos, y sus amigos; iban a casa de mis padres a degustar el delicioso manjar.
Siempre intentaban asustarnos, y cuantas veces los más pequeños lloraban de miedo.
Vestían unas capas largas y marrones, y en la cabeza una especie de corona; algunas con cuernos, y la cara pintada de negro o colores oscuros. Alguno llevaba postizos hasta colmillos; y unido a que si llevaban algún tridente en la mano; se parecía al demonio o a cualquier persona horripilante.
Después de la broma, se quitaban las mascaras y coronas, para contentar a los pequeños, y degustar las figüelas.

Por la tarde, ya en el baile, las máscaras se quitaban y la cara quedaba al descubierto. Al estar prohibido, podían encontrase con alguna sanción a posteriori, y nadie entonces se permitía el lujo de pagar nada por eso.

Ahora en estos tiempos que vivimos, todo ha cambiado. Las familias tienen más medios económicos y se pueden permitir el lujo de comprar mejores disfraces.
Disfrutamos de más medios audiovisuales, para observar y comparar las grandes fiestas carnavalescas del mundo entero, y de nuestro entorno; que en su mayoría resultan preciosas.
Si hay medios económicos, ya no es necesario improvisar; solo copiar de alguno de los trajecitos o disfraces que observamos, y si nos gusta y tenemos dinerito; comprarlo y lucirlo.

Esperemos que la recesión actual, no dure mucho; y haga que cambie el rumbo de nuestra calidad de vida.

Arturo Galende Palacios
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Buenas tardes Arturo,
Soy un nativo de Pueblica, me gustaria saber si eres familia de Benigno, Manolo, O Adelaida, si es asi, te agradeceria que me mandases un correo.
Gracias
M. Crespo