Nací en Prada, hace ya muchos años, de una pradeña y un vecino de Quintanilla. Mi abuela, Dña. Francisca, fué maestra de
Prado por muchos años.
Aunque porco viví alli, nunca perdí el contacto con mi querido
pueblo porque allí estaba mi abuela Petra, tías y primas.
He disfrutado de sus
fiestas, participado en las cosechas y las vendimias (cuando las había), juagado en sus
calles y disfrutado allí todos los años de mi niñez y
juventud.
¡Me considero pradeña y quiero a Prado!