PELEAS DE ABAJO: En este trabajo no hay domingos"...

En este trabajo no hay domingos"
Francisco Martínez Raya, de 33 años, lleva 10 años luchando por sacar adelante la finca en la que han trabajado cinco generaciones de su familia. Completó los estudios de Educación Física y se quedó a poco de acabar Ingeniería Agrícola. El campo pudo más y tiró de él.

Su política es de especialización y venta directa. Afirma que es capaz de comercializar tan barato como las grandes superficies y, aunque se queja de la incertidumbre y la falta de estabilidad, reconoce que la experiencia, la autonomía y el trabajo físico en la naturaleza le compensan para seguir luchando. "Lo nuestro es una empresa y filosofía", asegura este responsable de El Cortijo de Torre Guájar en Guadix (Granada).

Su caso no es el normal. Salvador Roncero, ganadero de Zamora y coordinador de Juventudes de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), resalta que menos del 15% de los agricultores son menores de 40 años. "Nuestra sociedad no puede permitirse el lujo de perder a quienes conservan el medio ambiente y proporcionan comida".

Para Francisco Casero, presidente de la asociación Comité Andaluz de Agricultura Ecológica, el problema es muy grave. "La alimentación, el agua y la energía van a ser las claves de este siglo y Europa se ha descuidado. No puede depender de terceros para su producción agrícola. Hasta ahora hemos perdido capacidad productiva y productores. Y así, estamos cuestionando el futuro. La única solución son los jóvenes, facilitar su incorporación al campo. No es un problema de ayudas, sino de compensación, de apoyo, de hacer atractiva esa actividad". Casero advierte de que hasta ahora, las iniciativas han sido un "rotundo fracaso" porque hay más gente que abandona que la que se suma a la actividad agrícola.

La realidad es tozuda y le da la razón. Ninguno de los hijos de Gerardo Puente, agricultor y ganadero de Miño de San Esteban (Soria), va a seguir sus pasos. "Entiendo que los jóvenes no quieran dedicarse a esto. En este trabajo no existen ni los domingos. Hacen falta más incentivos para asimilar a los jóvenes, porque se promete mucho, pero no se cumple y son demasiadas las exigencias".