Altar Nazareno, MUELAS DE LOS CABALLEROS

Sin un sollozo, sin un gemido,
Mustia la frente, mudos los labios,
Como una imagen de eterna angustia
Vuelve la Madre desde el Calvario.
Verónica ve solamente un rostro maltratado y marcado por el dolor. Pero el acto de amor imprime en su corazón la verdadera imagen de Jesús: en el rostro humano, lleno de sangre y heridas, ella ve el rostro de Dios y de su bondad, que nos acompaña también en el dolor más profundo. únicamente podemos ver a Jesús con el corazón. Solamente el amor nos deja ver y nos hace puros. Sólo el amor nos permite reconocer a Dios, que es el amor mismo.


ORACIóN

Danos, Señor, la inquietud del corazón que...