LUBIAN: Genial idea, hombre precavido vale por dos, si pasaría...

Cuando hube de abandonar la comarca por haber clavado a un vecino por las orejas al tronco de un roble, antes de alistarme en la Legión, me gané la vida durante un tiempo como capador en Capadocia, utilizando mis conocidos conocimientos en cirugía auditiva y genital.
Buenos cuartos me gané entonces castrando lechones. Iba por las granjas ofreciendo mis servicios. Encerraban a la cerda madre, y yo podía ejercer la profesión sin ningún obstáculo, con aquellos cerditos tan desamparados en el corral.
Pero una vez, cuando estaba con las manos en la masa abriendo de par en par un escroto para sacar aquellas deliciosas criadillas, tocaron por detrás mis sensibles glúteos, me di la vuelta en un acto reflejo, y recibí un doloroso mordisco en salva sea la parte. No sentí yo aquel destrozo del pantalón a la altura de la bragueta, que inmediatamente vi que no habría sastre en el mundo capaz de remendarlo. No. Lo que más sentí fue aquel doloroso fluir de la sangre de mis descuidados atributos.
Vino la señora con una palangana de agua y una toalla. Después tuve que envolver el pizarrín en mi pañuelo para cortar la hemorragia, y someter el instrumento a dos curas diarias en la pensión durante una semana.
No os enseño la horrible cicatriz, porque lo impide mi reconocido pudor.
Entonces fue cuando decidí mi alistamiento en el Tercio, a ver si podía continuar mi supervivencia sin sobresaltos de tal calibre.
Y ahora que reflexiono... ¿no será musulmana Capadocia?

Cómo usted non foi un pouco precavido? tiña que ter en conta que unha porca parida, cos laregos chillando co dolor, é sumamente peligrosa, eu prefiero verme rodeado de lobos que de semejante animal.

Siempre fuí muy precavido; pero la mejor prevención, dejar las capaduras y alistarse en La Legión.

Genial idea, hombre precavido vale por dos, si pasaría calor sobre aquella arena del desierto cuando iban de maniobras y luchar con los soldados, algunos algo rebeldes, por aquello de que les cuesta ser dominados por un superior, con eso que en la legión son muy valientes y que son amigos de la muerte...
La gran ventaja, que lo del riesgo anterior erradicado, alí non había nin porcas paridas nin laregos que capar.
Lo de capador, a quien se le daba muy bien era a Lito cuando era chaval, creo que un día lo mandaron con el rebaño, al llegar al cortello dos lobos, saca la navaja y empieza a castrar los carneros que pillaba, dos o tres murieron desangrados, menos mal, que una señora lo vio le echó la bronca, lo invitó a irse para casa y ella seguir con el rebaño, de seguir no deja un carnero vivo.

Estos días que estuvimos de viaje, hicimos amistad con unos catalanes muy majos y simpáticos, uno de ellos va y nos dice, siempre con el San Benito de que los catalanes somos tacaños, (no esta gente, eran todo lo contrarío) aun los hay mas, y nos cuenta un chiste.

Un escocés con su gran tacañería, quiere visitar un museo de reliquias egipcias y la ver el precio de las entradas trata de colarse, pero un funcionario que le ve la jugada lo echa con cajas destempladas, a lo que el escocés exclama:
¡Pero hombre! ¿no podríamos encontrar alguna manera para que no tuviera que pagar?
- Hágase embalsamar.


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