Mui bon o do supositorio da tos, xa me reí un rato.
Me hizo recordar un chiste que contaron el otro día en el gimnasio.
Llega un Señor a un restaurante y dice; por favor camarero ¿me traería un pollo Irlandes? a lo que el camarero responde, un momento por favor, que consulte con el cocinero. Oye tio, que fuera hay un señor que ha pedido un pollo Irlandes ¿tenemos?
Tranquilo, déjalo de mis manos y acto seguido el cocinero prepara una salsa rara y complicada y la añade al pollo que tenía preparado, le dice al camarero, toma llévalo y tranquilo que no hay ningun problema. Con mucha ceremonia, el camarero coloca el plato y muy profesionalmente le dice; Señor su pollo Irlandes... Buen provecho.
El cliente da la vuelta al pollo, introduce su dedo meñique en el culo del pollo y después de olerlo llama al camarero y le dice. Esto... bueno, quizá no debido de explicarme bien, le he pedido un pollo Irlandés y no un pollo de Badalona, haga el favor de cambiármelo.
El camarero le pide disculpas por la confusión y en cuanto llega a la cocina le dice al cocinero, oye que el señor dice que el pollo es de Badalona, ¿no habrás dejado el sello del matadero? a lo que el cocinero responde, imposible, es cierto que el pollo que has servido es de Badalona, pero son de crianza casera, pero no te preocupes, que le prepararé este otro pollo que es de Mérida y guarda un gran parecido con los pollos irlandeses.
Nuevamente se repite la historia, el cliente llama al camarero y le dice, oiga este pollo que me acaba de sevir no ha visto Irlanda ni en postales, este pollo es de Mérida mientras permanecía oliendo el dedo.
En esto un borracho que había en la mesa de al lado se acerca al cliente y le dice.
Señor, tengo una borrachera encima que no sé ni cómo me llamo, ¿Me haría el favor de meter su dedo en mi culo y decirme mi domicilío?.
Me hizo recordar un chiste que contaron el otro día en el gimnasio.
Llega un Señor a un restaurante y dice; por favor camarero ¿me traería un pollo Irlandes? a lo que el camarero responde, un momento por favor, que consulte con el cocinero. Oye tio, que fuera hay un señor que ha pedido un pollo Irlandes ¿tenemos?
Tranquilo, déjalo de mis manos y acto seguido el cocinero prepara una salsa rara y complicada y la añade al pollo que tenía preparado, le dice al camarero, toma llévalo y tranquilo que no hay ningun problema. Con mucha ceremonia, el camarero coloca el plato y muy profesionalmente le dice; Señor su pollo Irlandes... Buen provecho.
El cliente da la vuelta al pollo, introduce su dedo meñique en el culo del pollo y después de olerlo llama al camarero y le dice. Esto... bueno, quizá no debido de explicarme bien, le he pedido un pollo Irlandés y no un pollo de Badalona, haga el favor de cambiármelo.
El camarero le pide disculpas por la confusión y en cuanto llega a la cocina le dice al cocinero, oye que el señor dice que el pollo es de Badalona, ¿no habrás dejado el sello del matadero? a lo que el cocinero responde, imposible, es cierto que el pollo que has servido es de Badalona, pero son de crianza casera, pero no te preocupes, que le prepararé este otro pollo que es de Mérida y guarda un gran parecido con los pollos irlandeses.
Nuevamente se repite la historia, el cliente llama al camarero y le dice, oiga este pollo que me acaba de sevir no ha visto Irlanda ni en postales, este pollo es de Mérida mientras permanecía oliendo el dedo.
En esto un borracho que había en la mesa de al lado se acerca al cliente y le dice.
Señor, tengo una borrachera encima que no sé ni cómo me llamo, ¿Me haría el favor de meter su dedo en mi culo y decirme mi domicilío?.