Puede volar hacia adelante o hacia atrás en línea recta, subir o bajar en vertical, girar en el aire sobre su cuerpo, detenerse en mitad de la nada y flotar, alcanza una velocidad que equivaldría a 200 km/h. En un hombre... Y no es un helicóptero. Es uno de los insectos más antiguo, rápido y sorprendente del reino animal. Un prodigio de tecnología. Es la libélula, la pequeña reina del cielo ibérico que aún puede verse volar antes de que con la llegada del invierno muera.