Una cantinera centenaria
Eulogia Yáñez Prieto sopla las cien velas en Fuentespreadas
02.02.2014 | 01:54
Eulogia acompañada de su nieta mayor y del hijo más pequeño.
Eulogia acompañada de su nieta mayor y del hijo más pequeño. Foto S. R.
S. RAMOS Los cien años que ayer cumplía Eulogia Yáñez Prieto en Fuentespreadas se convirtieron en una fiesta para familiares, amigos y vecinos, que participaron de una jornada especial en honor a la más longeva de la localidad. Primero, con la misa que oficiaba el sacerdote Anastasio Covarrubias y a continuación al ágape al que convidaba la familia en las dependencias del Ayuntamiento.
Eulogia, bien conocida por haber regentado durante muchos años uno de los bares de la localidad, cerca de la iglesia, recibía un merecido homenaje en el que muchos de los presentes recordaron con cariño los aspectos más llamativos de «una mujer entusiasta aguedera y amante del baile hasta decir basta».
El Casino era por el nombre que se conocía al establecimiento que regentaba Eulogia, a la par que compaginaba su trabajo de hostelera con las labores en el campo, «y todo ello recitando poemas de memoria, porque ha sido una de sus aficiones». Así por ejemplo, hijas y nietas recordaban algunos de estos versos que han ido recopilando a lo largo de años tras escucharle a la abuela: «Qué triste está el gorrioncillo, cuando no encuentra su nido. Más triste está el alma mía, que en ti no encuentra cariño».
Casada con Luis Pena Feijoó, que falleció hacia el año 1986, su vida ha estado siempre ligada al pueblo que la vio nacer y el mismo en el que ayer recibía el reconocimiento a toda una vida en tan señalada efeméride.
Eulogia Yáñez Prieto tiene cuatro hijos, Victoria, Emiliana, Luis y Bernardo, además de doce nietos, biznietos y tataranietos. Cinco generaciones que se juntaban para festejar el siglo de vida de la matriarca de la familia.
Eulogia Yáñez Prieto sopla las cien velas en Fuentespreadas
02.02.2014 | 01:54
Eulogia acompañada de su nieta mayor y del hijo más pequeño.
Eulogia acompañada de su nieta mayor y del hijo más pequeño. Foto S. R.
S. RAMOS Los cien años que ayer cumplía Eulogia Yáñez Prieto en Fuentespreadas se convirtieron en una fiesta para familiares, amigos y vecinos, que participaron de una jornada especial en honor a la más longeva de la localidad. Primero, con la misa que oficiaba el sacerdote Anastasio Covarrubias y a continuación al ágape al que convidaba la familia en las dependencias del Ayuntamiento.
Eulogia, bien conocida por haber regentado durante muchos años uno de los bares de la localidad, cerca de la iglesia, recibía un merecido homenaje en el que muchos de los presentes recordaron con cariño los aspectos más llamativos de «una mujer entusiasta aguedera y amante del baile hasta decir basta».
El Casino era por el nombre que se conocía al establecimiento que regentaba Eulogia, a la par que compaginaba su trabajo de hostelera con las labores en el campo, «y todo ello recitando poemas de memoria, porque ha sido una de sus aficiones». Así por ejemplo, hijas y nietas recordaban algunos de estos versos que han ido recopilando a lo largo de años tras escucharle a la abuela: «Qué triste está el gorrioncillo, cuando no encuentra su nido. Más triste está el alma mía, que en ti no encuentra cariño».
Casada con Luis Pena Feijoó, que falleció hacia el año 1986, su vida ha estado siempre ligada al pueblo que la vio nacer y el mismo en el que ayer recibía el reconocimiento a toda una vida en tan señalada efeméride.
Eulogia Yáñez Prieto tiene cuatro hijos, Victoria, Emiliana, Luis y Bernardo, además de doce nietos, biznietos y tataranietos. Cinco generaciones que se juntaban para festejar el siglo de vida de la matriarca de la familia.