ARTICULO DEL PERIODICO LA OPINION DE ZAMORA
La habilidad y valentía de los caballistas, aprovechando la bravura de los toros, movían el encierro de un lado a otro para regocijo de los numerosos aficionados que, apostados a lo largo del camino, aplaudían el atrevimiento y faena de los caballistas.
Apenas se llevaba media hora de encierro, se sumaban otra veintena de caballistas que minutos antes habían abandonado el ENCIERRO DE FUENTESPREADAS cabreados por la gran cantidad de tractores, motos, quads y otros vehículos que hacían imposible a los caballistas acercarse a los toros sin peligro para su integridad. A partir de ese momento el encierro de San Miguel ganó en espectacularidad y el numeroso público apostado en las inmediaciones aplaudía la faena de los caballistas. El encierro ganaba en intensidad cuando uno de los astados rompía la alambrada y se salía del recinto emprendiéndola por el campo, ante el alboroto de los asistentes buscando refugio. No hubo que lamentar incidente con este toro en libertad que fue controlado inmediatamente por el peligro que podía suponer para los vecinos.
Hacía las 12.30 horas, casi se daba por finalizado el encierro por la pradera y los vecinos comenzaban a preparar el embudo en la salida con tractores para dirigir el encierro y continuarlo por las calles. Así como en el encierro del sábado no se consiguió en parte por la tromba de agua, ayer al primer intento y gracias a la disposición de los caballistas a la primera se dirigieron a las calles ante la emoción de los organizadores.
El encierro continuaría por las calles hasta la hora de la comida, con los aficionados entrando y saliendo a las peñas para probar la limonada.
La habilidad y valentía de los caballistas, aprovechando la bravura de los toros, movían el encierro de un lado a otro para regocijo de los numerosos aficionados que, apostados a lo largo del camino, aplaudían el atrevimiento y faena de los caballistas.
Apenas se llevaba media hora de encierro, se sumaban otra veintena de caballistas que minutos antes habían abandonado el ENCIERRO DE FUENTESPREADAS cabreados por la gran cantidad de tractores, motos, quads y otros vehículos que hacían imposible a los caballistas acercarse a los toros sin peligro para su integridad. A partir de ese momento el encierro de San Miguel ganó en espectacularidad y el numeroso público apostado en las inmediaciones aplaudía la faena de los caballistas. El encierro ganaba en intensidad cuando uno de los astados rompía la alambrada y se salía del recinto emprendiéndola por el campo, ante el alboroto de los asistentes buscando refugio. No hubo que lamentar incidente con este toro en libertad que fue controlado inmediatamente por el peligro que podía suponer para los vecinos.
Hacía las 12.30 horas, casi se daba por finalizado el encierro por la pradera y los vecinos comenzaban a preparar el embudo en la salida con tractores para dirigir el encierro y continuarlo por las calles. Así como en el encierro del sábado no se consiguió en parte por la tromba de agua, ayer al primer intento y gracias a la disposición de los caballistas a la primera se dirigieron a las calles ante la emoción de los organizadores.
El encierro continuaría por las calles hasta la hora de la comida, con los aficionados entrando y saliendo a las peñas para probar la limonada.