Publicado en la revista SABARIA:
Cuando llegaba la fiesta de San Antonio, que eran dos días, habían buenos partidos de pelota, con gente de fuera, venían jugadores de Avedillo, de Fuentespreadas, Mayalde y los del Cubo, y se veían partidos extraordinarios.
Loa bailes eran en el prado de la estación de Ferrocarril, por la tarde y por la noche en el salón del trinquete, con los músicos de Corrales o MOrales que eran los que había más cercanos; sí a la fiesta de San Antonio venían los de Corrales a la de Santo Domingo venían los de Morales.
El segundo día de San Antonio había la costumbre de ir casa por casa de las mozas a tomar una pasta, y también se le ponían ramos en las ventanas.
Después de esta fiesta, se empezaba a recolectar la cosecha de cereales, trigo, cebada, centeno, avena y algarrobas, que era lo que se sembraba antes.
POr GILDO HERNáNDEZ MATEOS.
Cuando llegaba la fiesta de San Antonio, que eran dos días, habían buenos partidos de pelota, con gente de fuera, venían jugadores de Avedillo, de Fuentespreadas, Mayalde y los del Cubo, y se veían partidos extraordinarios.
Loa bailes eran en el prado de la estación de Ferrocarril, por la tarde y por la noche en el salón del trinquete, con los músicos de Corrales o MOrales que eran los que había más cercanos; sí a la fiesta de San Antonio venían los de Corrales a la de Santo Domingo venían los de Morales.
El segundo día de San Antonio había la costumbre de ir casa por casa de las mozas a tomar una pasta, y también se le ponían ramos en las ventanas.
Después de esta fiesta, se empezaba a recolectar la cosecha de cereales, trigo, cebada, centeno, avena y algarrobas, que era lo que se sembraba antes.
POr GILDO HERNáNDEZ MATEOS.