CABAÑAS DE SAYAGO: OSÉ MARÍA SADIA «Yo me hice periodista para estar aquí...

OSÉ MARÍA SADIA «Yo me hice periodista para estar aquí hoy». Nuria Tesón, natural de Zamora y con raíces en Cabañas de Sayago, confiesa así estar cumpliendo su sueño: contar a millones de personas lo que ven sus ojos en El Cairo desde hace una semana a través de las páginas y la web del diario El País. «A los periodistas no se nos puede olvidar que debemos explicar las cosas que ocurren en el mundo para que las entienda hasta el último vecino de Cabañas de Sayago», explica Nuria, que inició su carrera profesional como becaria en «LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA». Hoy asistirá a la llamada «marcha del millón de personas», con la que el pueblo egipcio pedirá a Hosni Mubarak, presidente desde hace tres décadas, que abandone el Gobierno del país y propicie el cambio político.

Hoy mismo se cumple una semana desde que se iniciaron las revueltas populares en contra de Mubarak, que han hallado en la plaza de Tahrir su punto de encuentro y lugar más emblemático. Unas calles más allá reside Nuria Tesón, en el llamado Garden City, barrio creado por los ingleses en época del protectorado británico del país. Testigo de privilegio, la periodista confiesa la «dura represión» que han vivido tanto los egipcios como los propios informadores. «El Gobierno ha intentado evitar que la situación trascendiera y en la medianoche del jueves pasado cortaron las principales redes de comunicación», apunta para explicar la dificultosa tarea de informar.

Mubarak cortó el grifo de la información -incluida la retransmisión de la cadena Al Yazira- pero ya era tarde. «Desde hace más de ocho meses, la elite intelectual y la clase más formada llevaba preparando esta revolución, aunque ha sido una sorpresa cómo se ha producido», analiza Tesón, cuya labor profesional en El Cairo se remonta dos años atrás.

Lo que algunos medios han dado en llamar la «ola de cambio» en el mundo árabe comenzó con la «revolución de los jazmines» en Túnez y la huida del presidente Ben Alí y continúa ahora en Egipto, pese a que Mubarak se agarra a una reforma exprés de su Gobierno y métodos intimidatorios para conservar el bastón de mando. Pero, ¿qué ha pasado en Egipto? «El pueblo egipcio es muy pobre, pero muy generoso, comparten la alegría y la vitalidad de los españoles. Hace tiempo que se percibía el desencanto de la población y Túnez ha servido como ejemplo», afirma la periodista zamorana, quien desmiente que la revolución se haya creado en pocas horas.

Y de nuevo, tanto en Túnez en las últimas semanas, como en Egipto durante estos días, el hilo conductor, la herramienta común, ha sido Internet. Las redes sociales, creadas con un marcado carácter de ocio, han servido para aunar posturas, compartir descontentos y organizar revueltas como las que retransmiten estos días las televisiones de todo el mundo. Todas salvo las de Egipto.

Y frente al panorama de caos que traducen los medios de comunicación, Nuria Tesón paseaba ayer mismo junto al Nilo, mediodía soleada con veinte grados en los termómetros. «En estos momentos, los egipcios siguen en la calle con total tranquilidad y se resisten a regresar a sus hogares pese a que muy pronto -a las cuatro de la tarde- comienza el toque de queda», indica, acerca de las medidas excepcionales del país.

A la espera del éxito de convocatoria de la marcha de hoy, Tesón apunta que la violencia en las calles «ha ido de más a menos» después de que los primeros días estuvieran gobernados por disparos y todo tipo de golpes sobre los ciudadanos por parte de la policía. «La situación se ha ido calmando conforme el Ejército ha entrado en acción», afirma la periodista en referencia a la institución en quien muchos confían la suerte del país. «Vivimos un momento de gran incertidumbre y no se puede decir que el Ejército vaya a estar del lado del Gobierno o de los ciudadanos, porque no ha habido ningún pronunciamiento expreso», aclara. Mientras, una de las pancartas que gobiernan la plaza de Tahrir reza: «El Ejército tiene que elegir entre Egipto y Mubarak».

El caos de los primeros días ya se deja notar en edificios oficiales, tiendas y grandes centros, en los que se advierte el «deterioro» causado por la situación del país. Y sin embargo, «dentro del caos hay un cierto orden: los propios egipcios se encargan de despejar las calles de cascotes y de proteger los comercios y las viviendas», asevera Nuria Tesón, aludiendo a una de las circunstancias más reprobables de este proceso de cambio: el saqueo.

La incertidumbre, los tanques de allá en el centro de El Cairo y varios aviones caza sobrevolando la plaza de Tahrir, ¿no siente miedo una periodista? «Cuando tu estás aquí como periodista no tienes miedo. Hay algo mucho más fuerte dentro que te empuja al lugar donde está ocurriendo todo porque tu obligación es conocerlo para informar», confiesa Nuria Tesón, consciente del privilegio con el que asiste a un cambio histórico en Egipto y, quizá, en el mundo árabe.