Ahora que esta mas o menos arreglada todos nos sentimos orgullosos de nuestra
ermita.
Cuantas cosas se han visto desde allí, cuantas cosas se han quedado en silencio. La antigua caseta donde un antiguo alcalde y su mujer le daban al trinqui, hoy de eso no queda nada, ni trinqui ni alcalde, bueno del alcalde queda su nieto en el
ayuntamiento.
Seremos hipocritas que decimos tantas cosas buenas de la ermita, pero no decimos como se destrozo por abandono, donde habia una
casa hoy un espacio muerto,
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