Lo que es triste es que haya gente que no quiera o no sepa entender lo que otros, con su mejor o peor expresión, quieren decir. No creo que se trate de comida, es un detalle, uno de tantos ejemplos que se podrían poner. Porque hay muchos que acuden a esos refrescos a llenar la barriga y luego se dedican a difamar por las esquinas. Eso es hipocresía y de esa hay mucha. No creo que lo único que se haya hecho en Moral sean los regatos y no sé si las calles son las más sucias de la comarca, aunque seguramente los que más las manchan y llenan de barro son los luego que más critican, por hacer daño, por que seguramente no se les ocurra otra cosa que decir. Y es que se pueden exigir muchas cosas y está muy bien ser exigente pero lo primero que hay que tener es un poco de sentido común. Muchos de los que dicen que las calles están muy sucias han vivido toda su vida en el barro y el abono y ahora quieren comer sopas en las aceras. Hay mantener las cosas pero primero hay que hacer las cosas para tener algo que mantener. Muchos de los que reclaman el buen mantenimiento de las cosas son los que aplauden a los críos para que las rompan en sus gamberradas. Son cosas de críos, de acuerdo, pero yo no sé quien será más crío si ellos o sus padres que demuestran muy poco sentido común. También hay muchos que pensaron y que hoy piensan todavía que moral no es más que un corral donde guardan sus tractores y donde acuden a hacer la labranza de sus grandes fincas, y decían que Moral no necesitaba un nuevo Ayuntamiento y que se despilfarraba el dinero. Yo por lo que he visto, el ayuntamiento ha estado siempre abierto ha todo el mundo. Allí se han realizado reuniones de labradores, cazadores, las mujeres con sus talleres, obras de teatro, incluso se ha han celabrado misas.. Lo que es absurdo es pretender que entidades privadas tengan su sede en un edificio público y haya que cederles despachos y oficinas como algunos pretendían. Y es que algunos se les da muy bien eso de confundir lo público y lo privado y siempre están pendientes de poder ampliar sus cotos y parcelas de poder. El ayuntamiento pretendía a través de la subvención pública crear un centro cultural donde pudiera entrar todo el mundo, sin necesidad de tener que abonar cuotas. Algunos se mofaron de la existencia de esta subvención y decían que era mentira. Los señores de la junta del teleclub la rechazaron, para tener una excusa y poder aferrarse así a su teleclub privado y montar su campaña política de cara a las elecciones. Algunos sin saber donde se embarcaban les apoyaron (a día de hoy muchos no saben ni donde están) y hay otros que encima preguntan "que dónde se ha gastado el dinero del teleclub el señor alcalde". Resulta tragicómico. Ahí están con su "teleclub privado" al que no acuden ni si quiera ellos mismos, por no ver sus caras. Con su calefacción que no encienden porque no pueden mantenerla. Aunque para que habrían de encenderla si no va nadie. Respecto a los de los jóvenes habría que recordar que el año pasado organizaron un concierto con la colaboración del ayuntamiento, ¿dónde estaban los señores de la junta del teleclub?, ¿cómo colaboraron?. Luego están los que arreglan baches en caminos que ya están arreglados y reclaman fondos, cotos y despachos para poder llevar a cabo más cómodos su malversación. Son tantas cosas.pero el caso es siempre meter el dedo en la llaga sólo para hacer daño porque son incapaces de hacer nada por nadie.
Saludos.
Saludos.