Como os contaba en mis anteriores relatos, los Loritos de Cuenca por parte de mi padre Nino (q. e. p. d.), que entre otros trabajos fue un excelente hortelano, precursor de la horticultura biológica y de los procesos de maduración naturales.
Pues bien nacimos a las afueras de Cuenca de Campos, y en aquel humilde y acogedor nido echamos las primeras plumas y realizamos nuestros primeros vuelos.
El que esto escribe fue a la escuela del Sr. Joaquín (q. e. p. d.) como muchos otros chicos/as
de nuestro pueblo, que por aquel entonces era una escuela mixta, pionera en aquel tiempo,
Allí aprendimos a escribir y leer.
Recuerdo mucho a toda su familia: la abuela Ángela (q. e. p. d.) su esposa Chencha, (q. e. p. d.) y sus hijos Joaquín y Angelita, todos ellos eran muy buenos amigos nuestros de toda mi familia.
En la escuela teníamos clase de gimnasia impartida por el Sr. Daniel (q. e. p. d.).
Como anteriormente hice referencia a la caseta de las ánimas, me caía a mano izquierda cuando iba a la escuela, y un día cuando venía de la escuela, me encontré con unos letreros que decían.
-Pasajero no lo olvides te espera la eternidad una limosna aquí deja que Dios te lo pagara.
-Para alivio de las penas en este lugar me han puesto, suplico a las almas buenas una limosna y un padre nuestro.
Estos versos como los veía y leía me los aprendí de memoria.
Quiero aprovechar la ocasión para demostrar mi más sincero y emotivo reconocimiento a los hijos del Sr Joaquín y Sra. Chencha, Joaquín y Angelita, por todo lo que sus padres hicieron por todos nosotros y por Cuenca de Campos
Pues bien nacimos a las afueras de Cuenca de Campos, y en aquel humilde y acogedor nido echamos las primeras plumas y realizamos nuestros primeros vuelos.
El que esto escribe fue a la escuela del Sr. Joaquín (q. e. p. d.) como muchos otros chicos/as
de nuestro pueblo, que por aquel entonces era una escuela mixta, pionera en aquel tiempo,
Allí aprendimos a escribir y leer.
Recuerdo mucho a toda su familia: la abuela Ángela (q. e. p. d.) su esposa Chencha, (q. e. p. d.) y sus hijos Joaquín y Angelita, todos ellos eran muy buenos amigos nuestros de toda mi familia.
En la escuela teníamos clase de gimnasia impartida por el Sr. Daniel (q. e. p. d.).
Como anteriormente hice referencia a la caseta de las ánimas, me caía a mano izquierda cuando iba a la escuela, y un día cuando venía de la escuela, me encontré con unos letreros que decían.
-Pasajero no lo olvides te espera la eternidad una limosna aquí deja que Dios te lo pagara.
-Para alivio de las penas en este lugar me han puesto, suplico a las almas buenas una limosna y un padre nuestro.
Estos versos como los veía y leía me los aprendí de memoria.
Quiero aprovechar la ocasión para demostrar mi más sincero y emotivo reconocimiento a los hijos del Sr Joaquín y Sra. Chencha, Joaquín y Angelita, por todo lo que sus padres hicieron por todos nosotros y por Cuenca de Campos
