Voy siguiendo la fuerza de mi hado
por este campo estéril y ascondido:
todo calla, y no cesa mi gemido;
y lloro la desdicha de mi estado.
Crece el camino, y crece mi cuidado;
que nunca mi dolor pone en olvido.
El curso al fin acaba, aunque extendido;
pero no acaba el daño dilatado.
¿Qué vale contra un mal siempre presente
apartarse y huir, si en la memoria
se estampa, y muestra frescas las señales?
Vuela Amor en mi alcance; y no consiente
en mi afrenta que olvide aquella historia,
que descubrió la senda de mis males.
F. H
por este campo estéril y ascondido:
todo calla, y no cesa mi gemido;
y lloro la desdicha de mi estado.
Crece el camino, y crece mi cuidado;
que nunca mi dolor pone en olvido.
El curso al fin acaba, aunque extendido;
pero no acaba el daño dilatado.
¿Qué vale contra un mal siempre presente
apartarse y huir, si en la memoria
se estampa, y muestra frescas las señales?
Vuela Amor en mi alcance; y no consiente
en mi afrenta que olvide aquella historia,
que descubrió la senda de mis males.
F. H