«Según las últimas referencias que se conservan escritas, fue en el año 1886 cuando se celebró en Cuenca de Campos un Conjuro», afirmó su alcalde. Este ritual se llevaba a cabo cuando había tormenta en el municipio, momento en que el sacristán hacía repicar las campanas de la iglesia de Santa María para convocar a los clérigos y regidores de la villa que, precediendo a los vecinos, se trasladaban hasta la ermita de Santa Bárbara, en cuya torre se conoce este paraje como Conjuradero. " CUANDO HABIA TORMENTA" Está claro.