Vista aérea de la plaza, CUENCA DE CAMPOS

No hay más que tres resortes fundamentales de las acciones humanas, y todos los motivos posibles sólo se relacionan con estos tres resortes. En primer término, el egoísmo, que quiere su propio bien y no tiene límites; después, la perversidad, que quiere el mal ajeno y llega hasta la suma crueldad, y últimamente la conmiseración, que quiere el bien del prójimo y llega hasta la generosidad, la grandeza del alma. Toda acción humana debe referirse a uno de estos 3 móviles, o aun a dos a la vez.
A la desierta plaza

A la desierta plaza
conduce un laberinto de callejas.
A un lado, el viejo paredón sombrío
de una ruinosa iglesia;
a otro lado, la tapia blanquecina
de un huerto de cipreses y palmeras,
y, frente a mí, la casa,
y en la casa la reja...
No perdamos nada del pasado. Sólo con el pasado se forma el porvenir.

El porvenir es un lugar cómodo para colocar los sueños.

Las verdades que revela la inteligencia permanecen estériles. Sólo el corazón es capaz de fecundar los sueños.
No seas jamás humilde con los soberbios, ni soberbio con los humildes.

Nunca se da tanto como cuando se dan esperanzas.

La independencia del pensamiento es la más orgullosa aristocracia....
Afortunado quien se ríe de sí mismo, ya que nunca le faltará motivo de diversión