Me entristece mucho cuando leo aqui, la poca cantidad de personas que viven en éstos momentos en Cuenca.
¿Cómo es posible que dejen morir éste bonito pueblo?.
¿A que esperan para darle una solución?.
Tinin toma cartas en éste asunto!. Habla con todos aquellos que pueden aportar su granito de arena para que Cuenca vuelva a resurgir.
Hola amigas y amigos, otra tarde paseando por Cuenca de Campos, hoy, tras leer a Francisco, que es posible que nos haya contado una realidad, ya que no sería el primer ni el último pueblo en el que se observan los lamentos de algunas antiguas construcciones en abandono por haber emigrado sus propietarios o inquilinos, seguro que a mas de uno de nosotros se nos erosiona el cuerpo por dentro, al igual que el tiempo erosiona esas casas sin habitar, por la distancia que nos separa de nuestra tierra natal.
Abrazos...
Soñaba el ciego que veía, y soñaba lo que quería.
Cuando los ciegos guían, ¡ay de los que van detrás!.
Paseas por Cuenca de Campos y solo notas el viento soplar en tus orejas cuando paseas por sus calles. Las casas y sus tapiales se desmoronan, gritando al cielo por su abandono, del que no tienen ninguna culpa, ni nadie les ha dado una explicación. Pero aunque todo parece acabado siempre te queda el presentimiento de que aún queda mucho por ver. Tendrán que morir los pueblo para que como el grano de trigo muera y resurja con más bríos o ya hemos tocado fondo y a menos no podemos ir, por lo que no...
¿Cómo es posible que dejen morir éste bonito pueblo?.
¿A que esperan para darle una solución?.
Tinin toma cartas en éste asunto!. Habla con todos aquellos que pueden aportar su granito de arena para que Cuenca vuelva a resurgir.
Hola amigas y amigos, otra tarde paseando por Cuenca de Campos, hoy, tras leer a Francisco, que es posible que nos haya contado una realidad, ya que no sería el primer ni el último pueblo en el que se observan los lamentos de algunas antiguas construcciones en abandono por haber emigrado sus propietarios o inquilinos, seguro que a mas de uno de nosotros se nos erosiona el cuerpo por dentro, al igual que el tiempo erosiona esas casas sin habitar, por la distancia que nos separa de nuestra tierra natal.
Abrazos...
Soñaba el ciego que veía, y soñaba lo que quería.
Cuando los ciegos guían, ¡ay de los que van detrás!.
Paseas por Cuenca de Campos y solo notas el viento soplar en tus orejas cuando paseas por sus calles. Las casas y sus tapiales se desmoronan, gritando al cielo por su abandono, del que no tienen ninguna culpa, ni nadie les ha dado una explicación. Pero aunque todo parece acabado siempre te queda el presentimiento de que aún queda mucho por ver. Tendrán que morir los pueblo para que como el grano de trigo muera y resurja con más bríos o ya hemos tocado fondo y a menos no podemos ir, por lo que no...