Reloj de de pared, CUENCA DE CAMPOS

"RELOJES"
Me dedicaba a reparar relojes, digamos que los curaba, y me dedicaba a leer cuentos. No entiendo la sonrisa; leer cuentos, mi querido amigo, es una adtividad como cualquier otra, no se necesita leerlos por algún motivo laboral para decir que unos se dedican a todo esto en cómo uno se lo tome.
Reparar relojes es una de las tantas profesiones que han desaparecido. Ser relojero ya no encierra el amor a esos pequeños engranajes que antaño encadenaban a dinosaurios como yo a horas de monóculo...