CUENCA DE CAMPOS (Valladolid)

Vista depósito desde el camino
Foto enviada por PUNTO Y APARTE

Toda obra, cualquiera que sea, literaria, política, científica, debe estar respaldada por una conducta.
Enseñemos a perdonar; pero si enseñamos también a no ofender, sería más eficiente.
Perdonar supone siempre un poco de olvido, un poco de desprecio y un mucho de comodidad.
Vacuca, Vacuca
Ya me había yo preocupado
No estaba leyendo doble,
Es que lo has retirado,
Corregido en sus errores y
Lo vuelves a colgar
Eso es lo que hay de bueno
En el copiar y pegar
Saber reconocer lo que hay de bueno en los demás nos hace buenos.
El tiempo,
bien por la nuvea pestaña en la pagina de cada pueblo
Soy Vacuca el cuenquín
Y en estos momentos
Me viene a cuento
Describir un argumento
Que me acerca al instante
Al anónimo que cuenta::

“AY VACUCA,
AY VACUCA.
DEJANOS RESPIRAR
QUE CON TAANTO
ACOSO NOS VAS
A MATAR.”

No era mi intención matar,
Ni siquiera molestar.
Solamente quería
Lo que mi mente decía:
Escribe, ayuda
Para que el foro de Cuenca
Llegue al primer lugar..

Si colaborando se llega
A la meta o al final
Bienvenidos los aplausos
O las críticas a la par.

Referente a la pregunta que me hace Antonio Escudero en su mensaje enviado el da 27-11-2008 a las 13,52 horas.
Antonio, te diré que como muchos otros colaboradores, pienso yo, copiar y pegar es lo más fácil.
Yo entresaco de algún poema, poesía o comentario lo que me interesa y añado lo que creo oportuno no es todo letra mía.. Seria jactancioso, tendré muchos defectos pero ese, seguro que no..
Un abrazo para ti Antonio Escudero, de este cuenquín.
P. D. Te diré, y perdona, mi pueblo es CUENCA DE CAMPOS, no CUENCA DEL CAMPO.
Mensaje enviado el 28/11/2008 a las 13:42 por Vacuca ... (ver texto completo)
Ay Vacuca
Ay Vacuca
No te ofrendas
Por mis rimas
No daba tiempo a leer
Lo que aquí leía mi prima
Haz que tus palabras sean el eco de tus propios pensamientos, que reflejen claramente tus sueños, tus sentimientos y tus deseos.
Que sean claras para los demás, que siendo dulces o amargas sean siempre consecuentes con tus anhelos y tus temores.
Tus palabras deben ser siempre el principio de un diálogo y estar llenas de tu verdad, de tus ideas y de ti mismo.
Trata de que fluyan fácilmente como un canto; que no se pierdan por ser muy débiles, pero que no se devuelvan a tí por ser demasiado fuertes.
No ... (ver texto completo)
Mi poesía

Yo no quiero vender mi poesía
—mala, mediocre o por acaso buena—.
Versificar es, para mí, condena
que tengo que cumplir, día tras día.

Unas veces con mieles de alegría,
otras con el acíbar de la pena,
soporto con amor esa cadena
que es una parte de la vida mía.

Yo no llamo a los versos: ellos vienen
en cauce natural, porque contienen
cuanto puedo decir y nunca digo.

Aunque del fondo de mi entraña nacen,
contemplo como ajeno cuanto hacen…
hasta que vienen a sentir conmigo.

Autor: Luis Hernández Alfonso ... (ver texto completo)
Ay Vacuca
Ay Vacuca
Tus mensajes
Nos preocupan
Dejanos hoy respirar
Que con tanto acoso
Nos vas a matar
Preferencias...
Prefiero ser gorrión a ser canario,
prefiero la simpleza a lo complicado,
prefiero la libertad a una jaula de oro,
pues no cambio el ser libre... por un canto.

Prefiero ser minino que león,
prefiero la paz a un batallón,
prefiero el chiquillo al grandulón,
pues el precio de ser grande es morir o ser enjaulado. ... (ver texto completo)
Antonio, allí estuvimos acompañados desde Huelva, Valladolid, Vitoria, México y, para que seguir nombrando si estaríamos aquí media hora enumerando lugares desde donde escuchábamos a pedro, Raúl, Pedro, Isabel, Alosnera y Olé..., es como estar en familia, ya quisiera yo poder estar siempre en compañía de tan buena gente.

Rreyes, perdona, has comprobado bien si están esas fotos?, mira que aquí tenéis 1645 fotos, que no es fácil rastrear, pues quitar fotos no es fácil.
Saluda a tu marido de mi ... (ver texto completo)
Algunas personas se convierten en amigos y permanecen por un tiempo.
Dejando huellas hermosas en nuestros corazones y nunca volvemos a ser igual.
La vida carece de valor si no nos produce satisfacciones. Entre éstas, la más valiosa es la sociedad racional, que ilustra la mente, suaviza el temperamento, alegra el ánimo y promueve la salud.