La iglesia de los santos Justo y Pastor reserva todo su atractivo para el interior. Unas esbeltas columnas blancas articulan las naves del templo, que se cubren con el mejor artesonado del mudéjar provincial, un conjunto deslumbrante que alcanza su esplendor en el presbiterio, cuyo cascarón se decora con lacería de vivo colorido y piñas con mocárabes.
En el hueco de la torre, bajo el coro, la capilla funeraria de los Ceinos. Una de sus lápidas sepulcrales es ahora frontal del altar, mientras loa ... (ver texto completo)
En el hueco de la torre, bajo el coro, la capilla funeraria de los Ceinos. Una de sus lápidas sepulcrales es ahora frontal del altar, mientras loa ... (ver texto completo)
