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ALAEJOS: No hay vocación más digna para una mujer que la renuncia...

No hay vocación más digna para una mujer que la renuncia a sus aspiraciones profesionales para entregarse a la cria de sus hijos. No hay un regalo más grande en el mundo que la sacrificio gratuito del posible éxito profesional de una mujer para poder darle todo su tiempo a sus hijos. Lo que de verdad es triste es ver como en las ciudades los niños van a la guardería ya con meses y los padres y, más penoso aún, las madres sólo pasan dos o tres horas con los hijos. También hay madres que trabajan a media jornada, mientras los hijos están en la escuela, eso está muy bien porque compatibiliza la labor de madre con un sueldo. Agradecidos tenemos que estar todos los que hemos tenido a nuestra madre esperando con la comida hecha cuando llegábamos de la escuela, a mediodía, con el bocadillo cuando llegábamos por la tarde. Agradecidos porque podrían dejar la comida encima de la mesa o mandarnos donde los abuelos. Agradecidos porque sacrificar una carrera profesional es un regalo que sólo una madre podría hacer a sus hijos. La que me dió mi vida también me regalo la suya.