ADALIA: MÁS ALLÁ DEL CARNAVAL...

MÁS ALLÁ DEL CARNAVAL

Intentaba salirme este año de la escena, para ver la comedia social, con prismáticos en estos carnavales. Salí a curiosear y al momento pasaba Blancanieves con los enanitos, Caperucita y el lobo. Toreros, reinas y obispos, entre un montón de piratas…
Me encontré con un amigo al que ya hacía mucho que no veía. Me comentó que estaba metido en el ruedo político, que había pasado por unas cuantas siglas de partidos políticos y, que estaba un poco decepcionado porque no se había hecho rico todavía…
Yo le animé un poco y decidimos que lo mejor sería sumarnos a la fiesta, tomárnoslo todo a chirigota y disfrazarnos. - ¿No te parece…?. Nos encaminamos hacia mi casa y, seguimos hablando. ¡Cuánto ha cambiado todo! –Ya sabes que la palabra gilipollas está reconocida en el diccionario. –Sí sí, ya lo sé. Seguimos hablando de los marginados de la crisis que estamos pasando y, de todas las víctimas de nuestra indiferencia. Creo que le dejé un poco descolocado, cuando hablamos del peloteo que se trae la clase política con tantas corruptelas y la poca estima que les tenemos los ciudadanos. Bueno ya sabes, -me dijo- sólo se comenta lo que interesa, en este país y nunca pasa nada…
Llegamos a casa y nos liamos a mirar en los armarios algún disfraz. Le di una careta del Oso Yogui a ver si le gustaba, se la puso pero enseguida se la quitó. –Esto no, que bastante hacemos el oso todo el año-. –Tienes razón. Mira aquí hay un traje del ratón Mickey Mouse – bah, demasiado inocente. -Pues aquí hay un tricornio y, una cabeza de ciervo. ¿Qué tal…? -No, será mejor ir con nuestra cara al descubierto. ¿Te parece bien…?. Para que ocultar la jeta! Vamos a seguir viendo el desfile y, divirtámonos.
- ¿Seguimos hablando de política…? Como quieras –me dijo-. Menudo lío que hay ahora con lo de la reforma de las pensiones. Parece que Bruselas nos atropella y, no nos deja ser nosotros mismos. –Ya, ya ves la crisis económica que sufrimos. Sí, ¿pero no crees que la política fiscal esta mal encaminada…?. No sé. Ya ves, los jubilados, si seguimos así, dentro de unos años no habrá dinero para pagar las pensiones. –Ya se están haciendo las reformas oportunas. –Reformar sí, para que bailemos todos con la misma música. –Y, lo de los paraísos fiscales también. – Bueno mira, vamos a cambiar de tema. –Oye, ¿Por qué no hacéis aquí como en América, primero os hacéis ricos y, luego os dedicáis a la política, y no al revés?. –Mira, no me gusta la demagogia. Pero las verdades se pueden decir. ¿No te parece…?. Entonces ¿Para qué sirve esta democracia?. –Eso pregúntaselo también a la Iglesia. –Yo no tengo ganas de confesarme, ni de hablar de Dios o del demonio, que estamos en cuaresma. –Vale, ¿Pero tú que haces si estas dentro del circo?. –Yo soy consejero. ¿Y, aconsejas algo…?. – ¿Cómo pueden estar tirándose los trastos unos a otros y, diciendo que mienten como bellacos?. – ¡Venga, vamos a la fiesta!.
Pasaba la comitiva y, ya todos íbamos mezclados. Yo miraba como se divertían carcajeándose tras sus caras pintadas. Brujas y diablillos, curas y banqueros… (si roban que roben, alguien dijo). Mi amigo se perdió entre tanto barullo y, apenas podía distinguir a nadie. Caminaba contento, todos nos parecíamos algo, entre el ensordecedor bullicio de la juerga, más allá del carnaval.

Jacinto Herreras Martín