ADALIA: Para hacer justicia, hay un poema que guardo con mucho...

Para hacer justicia, hay un poema que guardo con mucho cariño hace tiempo de Adalia. Desconozco el nombre se su autor, pero yo diría que se trata de algún sacerdote, por esa entonación un tanto mística. De todas formas, merece la pena colgarlo en esta página y, que esté al alcance de todo el mundo.
Como ven, por Adalia han pasado varios poetas, de los que mi padre guardaba poemas como este que les pongo.

ADALIA, MI PATRIA CHICA

Adalia, yo te adoro, mi patria chica
y al llamarte me atrevo "mil veces rica"
cuando te llaman "pobre" los forasteros,
me burlo de sus juicios ¡tan embusteros!.
Si gustasen tu vida por unos años
¡ay que pronto saldrían de sus engaños!.
La paz que ellos cotizan a precio de oro,
tú me la das de valde, rancio tesoro.
Oculto en las entrañas de tus callejas
tanto más apacibles, cuanto más viejas.
Cuando desde la ausencia larga y lejana,
recuerdo la dulzura que de ti mana,
vilipendio los días que yo he vivido
lejos de tus casitas ¡que son mi nido!.
Adalia, tu presencia me tonifica.
¡Qué linda es y qué suave mi patria chica!.
Las piedras de tus calles son una historia
grabada sobre el mármol de mi memoria
y, no hay libro en lo humano que tanto estime
como esa vieja historia que canta y gime.
Historia de personas y de sucesos,
historia de pesares y de embelesos.
Historia palpitante que no se olvida
porque es la sangre y soplo de nuestra vida.
Adalia, yo te canto, cuna y mortaja,
rincón que con sudores cuida y trabaja
ese pueblo sufrido de héroes callados.
Cides que por tizonas usan arados.
¡Qué rica eres Adalia, qué religiosa!
¡que apacible, qué quieta, qué silenciosa!.
Deja que tus mejillas cubra de besos
y en tu seno algún día... guarde mis huesos.