SOBRE LAS TIERRAS SORIANAS
Hay caminos olvidados
que no tienen esperanza,
con nombres medio ocultados
en las tierras de labranza.
Campos que llaman malditos
repletos de intolerancia,
que pueden soltar sus gritos
en extraña circunstancia.
Pinares de sombras negras
que marcan las soledades,
donde pernoctan las fieras
sin entender de verdades.
Los lamentos de la tierra
nunca recuerdan distancia,
en su camino se encierra
alguna dura arrogancia.
Soria tiene sus caminos
cargados de sensaciones,
que han sufrido desatinos
y negras cavilaciones.
Hay caminos sin destino
que en la frías madrugadas,
buscan conocer su signo
sin ver las tardes marcadas.
Viene la niebla al camino
que recorre la ribera,
El Duero quiere hilar fino
entre la niebla que espera.
Muchas sendas están rotas
sin entender las razones,
hay caminos con derrotas
que no saben de emociones.
Despoblados penitentes
sin luces en sus esquinas,
dudas que siguen presentes
entre los pinos y encinas.
G X Cantalapiedra.
Hay caminos olvidados
que no tienen esperanza,
con nombres medio ocultados
en las tierras de labranza.
Campos que llaman malditos
repletos de intolerancia,
que pueden soltar sus gritos
en extraña circunstancia.
Pinares de sombras negras
que marcan las soledades,
donde pernoctan las fieras
sin entender de verdades.
Los lamentos de la tierra
nunca recuerdan distancia,
en su camino se encierra
alguna dura arrogancia.
Soria tiene sus caminos
cargados de sensaciones,
que han sufrido desatinos
y negras cavilaciones.
Hay caminos sin destino
que en la frías madrugadas,
buscan conocer su signo
sin ver las tardes marcadas.
Viene la niebla al camino
que recorre la ribera,
El Duero quiere hilar fino
entre la niebla que espera.
Muchas sendas están rotas
sin entender las razones,
hay caminos con derrotas
que no saben de emociones.
Despoblados penitentes
sin luces en sus esquinas,
dudas que siguen presentes
entre los pinos y encinas.
G X Cantalapiedra.